¿Deberíamos de atar los gimnasios a sistemas de utilidad?

    Admitelo.  Vas a "Gold's Gymn" para conseguir un 'workout'.  Quieres verte bien, conocer gente, hablar, matar el tiempo; después de que terminas, estas enaltecido con adrenalina y otras hormonas. Te vez en el espejo y dices "no esta mal, nada mal".  Los gimnasios contemporarios típicamente son lugares donde consumidores afluentes van para reducir la grasa y tonificar el músculo, un tipo de consumo conspicuo que resalta su estatus social en varias maneras.  No obstante la gran cantidad de energía usada en estos ejercicios constituyen otra forma de energía desgastada en nuestra sociedad moderna.  Consumidores van porque quieren verse bien, no porque quieren 'trabajar'.  Pero, no seria súper si, sin saberlo, sus maquinas de ejercicio estuviesen atados a instrumentos que actualmente sirvieran un propósito útil?  Generar electricidad, purificar agua, recargar baterías.  El gimnasio, como actividad comercial, generaría dos formas de ingreso: una proveniente del consumidor y otra de los productos secundarios generados por la energía "recopilada".  Todo esto podría ocurrir sin un drástico cambio en la estructura visible del gimnasio. Perder peso mientras que se hace algo productivo. Imaginense eso.