El movimiento hacia la Unicameralidad es contrario a los mejores intereses de Puerto Rico: altera irrevocablemente nuestra autodeterminación y soberanía nacional.

    Hoy, el 24 de marzo de 2007, se esta realizando una marcha hacia el Capitolio de Puerto Rico, promulgado por el movimiento hacia la unicameralidad en el Congreso puertorriqueño.  (El congreso actual consiste en dos cámaras, la Cámara de Representantes y el Senado, y por lo tanto es 'bicameral'.)  Tristemente, es una marcha en la cual los puertorriqueños, sin saberlo, se están auto-infligiendo una grave herida que, de ser exitosa, afectará irrevocablemente su autodeterminación y su soberanía nacional.   Tal va a ser su impacto, que será muy difícil modificar dicho congreso una vez mas en el futuro, en tiempos de los cuales ciertamente lo necesitaremos. 

    "¡Blasfemia!", dirán algunos de ustedes a esta observación.  "¡Cómo se atreve a...!"  Antes de que las emociones se alteren, permitanme el siguiente argumento. 

    Ciertamente, no dudamos que muchos de los individuos que hoy ocupan esos cargos carecen de la habilidad intelectual y carácter moral necesarios para dichos puestos.  El bochorno que recientemente hicieron sentir al Secretario de Educación durante todo un día es en si bochornoso.  Igualmente, no podemos dudar que el Congreso actual es una de las legislaturas mas costosas en los Estados Unidos, de acuerdo a varios estudios que se han realizado por el grupo Estudios Técnicos.   En un mundo ideal, se debería de tener individuos altamente capacitados que estén sirviendo de carácter voluntario, rotandose entre la comunidad mayor dichos puestos.  

    Pero, como todos sabemos, no vivimos en un mundo ideal.

    El primer problema con la actual serie de cambios que se están solicitando es una presunción falsa, que no ha sido públicamente expuesta y discutida.  Existe un error intelectual al confundir  los individuos que ocupan dichos cargos por los cargos mismos.  Se esta implícitamente asumiendo que dichos legisladores constituyen la legislación 'para siempre', cuando claramente no es el caso. (El ser humano tiende hacia el 'error de lógica'  en confundir las condiciones del presente por las del futuro.)  Es decir, la legislatura de hoy--el total de individuos que ocupan dichos cargos (José Aponte, por ejemplo)--no será la legislatura de mañana.  Imaginemosnos que tengamos individuos áltamente capacitados en términos intelectuales y morales.  ¿Estaríamos haciendo el mismo reclamo en estas circunstancias? Claro que no; es más, probablemente estaríamos aumentando sus poderes.   El hecho es que, si se realizan dichos cambios, establecer la unicameralidad, estaríamos atandole las manos a futuros cuerpos legislativos a poder reaccionar hábilmente a posibles amenazas. 

    Otro problema que existe  con el pedido hacia a la unicameralidad es que simplemente se le hará mas fácil a las grandes corporaciones comprar influencia en el Capitolio, fenómeno que siempre ocurrirá cuando vemos la 'democracia' y el 'capitalismo' existiendo conjuntamente--uno un sistema político y el otro un sistema económico.  La presencia de tantos legisladores implica que 1) se le hace más caros a los grandes intereses económicos comprar influencia en dicho sistema político (por su alto numero) y, parecidamente,  2) al tener la presencia de tantos legisladores existe una mayor posibilidad que se generen 'choques de intereses' que se cancelen entre si.  (El cuerpo reflejerá más fielmente los choques de intereses que actualmente existen en la sociedad.)  Es decir, mantener dos cuerpos legislativos con un alto numero de legisladores previene que las grandes corporaciones en la isla dicten las agendas políticas de nuestra querida borinquen.   Esto es un punto sumamente importante porque Puerto Rico actualmente esta bajo una inmensa presión, mucho mayor que el gran número de otras islas pequeñas, debido su afortunada relación estratégica, económica, en internacional.  ¿Controlamos nosotros mismos nuestro futuro, o se los entregamos ciegamente a terceros?

    Una última observación es que el llamado hacia la unicameralidad no resuelve el meollo del problema--los altos costos generados por dicho cuerpo institucional.  Es una medida extrema para un problema relativamente pequeño: reducir los salarios de la legislatura.   Como mencionamos en un previo comentario, pedir que se recrea el congreso en esta manera es como pedirle a una persona obesa que se corte la pierna para perder de peso.   El problema de la legislatura boricua igualmente no se confina a este cuerpo, sino a todo el gobierno puertorriqueño.  

    Pero, podriamos preguntar, "¿Tanto nos cuesta la legislatura, como porcentaje de gastos gubernamentales en Puerto Rico, para cortarla en la mitad?"  Es obvio que su costo es en la actualidad menor al sugerido.  El presupuesto solicitado por el Congreso Puertorriqueño para el año 2007 suma a unos $129 millones.  Aunque esto parezca mucho para el bolsillo de un solo individuo, es pequeño en comparación con el monumental presupuesto del Departamento de Educación, unos $3.925 BILLONES.   Es decir, el presupuesto de la Legislatura (ambas cámaras) es solamente 3% del Departamento de Educación. Si comparamos ambas instituciones, relativo al gasto actual del gobierno de Puerto Rico, estas constituyen un  0.49% y un 15% respectivamente.

    Dado su pequeño tamaño presupuestario, surge la pregunta ¿porqué le están dando tanto énfasis a la Legislatura de Puerto Rico?   La contestación es simple: le están tratando de cortarle la cabeza al gobierno de Puerto Rico.

    Existe una posibilidad que individuos ligados a grandes intereses económicos (Adolfo Krans?) estén utilizando un llamado a la 'democracia'  como un pretexto para drásticamente coartar los poderes inherentes en el Congreso puertorriqueño.  El acto tendría el mismo efecto de entregarle en una bandeja de oro nuestra soberanía a manos corporativas. No podemos permitir que esto ocurra-- jamás. 

    En fin, a pesar de todos los problemas que existen con los legisladores presentes, es importante que la legislación favoreciendo la "unicameralidad" nunca sea realizada en la legislatura puertorriqueña.   Como dirían en inglés, nos estaríamos disparando en el pie, cometiendo un grave error que afectaría a numerosas generaciones en el futuro.