El problema de la política puertorriqueña: los Políticos

    Es triste escuchar el Presidente del Senado Kenneth McClintock alegar públicamente que esta "muy satisfecho" con la labor de Carlos Díaz y su Comisión 'del ambiente' y la ley P. del C. 2105 (Corredor Ecológico del Noreste o CEN) que se logro ayer en el Senado de Puerto Rico.  McClintock alegó que esto refuta las alegaciones sobre la parcialidad de dicha comisión y el cuestionamiento de su rigor científico.  Disculpen.  No es 'triste', la alegación.  Es tristemente patética.  (Enmiendas a la medida la convirtieron en un proyecto muerto.)   McClintock, un alegado 'autentico' del partido PNP que supuestamente busca una reforma en la manera que se conduce la política en Puerto Rico, esta haciendo lo mismo que todo los políticos antes de el: dejandose comprar su consciencia y el bienestar del pueblo puertorriqueño por los intereses corporativos. ¿Es que la Legislatura nunca puede lograr lo que es beneficioso para la isla, que no este vinculado directamente con las grandes corporaciones?  ¿Puede haber una genuina reforma legislativa que 'asegure' (o reduzca lo más posible) este tipo de claro atraco político? ¿Que esta pasando aquí?  

    Como es bien sabido, el candidato a una posición política necesita dinero para poder correr su campaña...mucho dinero debido el alto costo que cobran tanto las agencias que generan anuncios (agencia publicitarias) como las corporaciones que las difunden (telecomunicaciones como radio y televisión).  Se ha intentado varias maneras de reducir este costo, como ocurrió durante la administración de Sila María Calderón al decir que el estado sufragaría algunos de los fondos--que obviamente no ha funcionado como el presente caso demuestra.  También se sabe que muchas veces estos votan por leyes que nunca han leído y que, menos aun, han tomado el tiempo para estudiar. Pero, en verdad, ¿cuan necesario son los políticos en primer lugar? 

    Podríamos decir que los políticos son el "brink and mortar" del proceso político. El termino es prestado de la industria bancaria y se refiere a los altos costos fijos de materiales tangibles que el banco 'necesita' para servir como institución financiera.  Pero los bancos han aprendido que la institución como tal no es el edificio de ladrillo per se (y por ende el término) y que meramente tiene una función emocional al cliente: el cliente (usted) ve que físicamente existe dicha institución en un magnánima edificio y luego confía para realizar todas sus transacciones financieras mediante el nuevo mundo electrónico sin nunca luego pisar en el edificio.  El edificio solamente da la ilusión de solidez, cuando de hecho son todas las transacciones electrónicas que actualmente es lo que forma el banco.  EVERTEC, división de computadoras del Banco Popular de Puerto Rico, es el actual "Banco Popular de Puerto Rico", y no aquel impresionante edificio (bajo reconstrucción) en Hato Rey.  El BPPR no necesita aquel edificio para funcionar--todo lo contrario, como hemos visto con el establecimiento de cines "Fine Arts Cafe" para crear una falsa imagen de prosperidad a aquellos que ven películas en el.

    De forma parecida, podríamos decir no tan solo que los políticos de la legislatura son 'obsoletos' sino que todo el Congreso también lo es.  Tal como el banco, en que lo real son las transacciones económicas que pasan por sus computadoras, lo importante de la legislatura son las leyes 'de papel' que pasan por sus manos--un proceso fácilmente digitalizado.   A través de la gran mayoría de la historia política de la humanidad, darle un 'voto al pueblo' como sugiere la genuina "democracia" no era factible simplemente porque seria demásiado difícil realizar logísticamente.   Cada vez que se tenia que hacer una decisión importante, se tendría que llamar a todos los miembros de una comunidad, a decir unos 20,000 en un pueblo pequeño como Luquillo, para votar--ciertamente un horror logístico.  Esto fue lo que lógicamente dio a ideas de la 'república constitucional'--un orden político en el cual el voto de un individuo se trasladaba aun tercero para que este votara idealmente en cónsone con los mejores intereses de la persona y como si la misma persona estuviese votando por si mismo.  Obviamente, como el caso actual del CEN demuestra, el modelo es imperfecto en su base fundamental. 

    Recuerden también que, como ha revelado Estudios Técnicos, una gran cantidad de medidas que se pasan en la legislatura, un 50% por lo menos, consisten en medidas 'vacías': premios y reconocimientos por una que otra labor realizada.  Esto implica que gran cantidad de la 'actividad' que ocurre en ese Hemiciclo es actividad nula; algunos dirían "fatula".   He de confesar que, cuando visite el Capitolio para temás relacionados la medida, me dio la distintiva impresión que el Capitolio parecía más a un grupo de estudiantes de secundaria que de ciudadanos preocupados con el bienestar de Puerto Rico: se pasaban haciendo chistes, relajando, sin que uno percibiera serias discusiones de temás importantes, como lo fue el CEN.

    Pero, ¿tenemos que seguir con el sistema republicano?  Tenemos que perder fe en la 'democracia' como una estructura política literal: una persona un voto?  Ciertamente que no.  Existe una profunda diferencia hoy día: las inmediatas comunicaciones de las computadoras y el internet.

    Podemos descartar el modelo 'republicano-constitutcional' político e instituir un modelo de genuina democracia debido al hecho que, mediante el mecanismo digital, todos podemos votar por un mismo tema serio desde la comodidad de nuestros hogares o mediante la comunicación móvil (teléfono celular).   En este mismo momento--ahora, now, maintenant, jetzt, ora, теперь, nu--se podría literalmente, sin problema logístico, crear una genuina democracia instantáneamente en la cual todo miembro de una comunidad participe directamente en la votación de medidas importantes como lo fue el P. de la C. 2105, cuya versión ciertamente se hubiese logrado con un voto de esta manera. (La de El Nuevo Día demostró un abrumador apoyo por la creación de un genuino Corredor Ecológico del Noreste.)

    Esto permitiría poner en el grandioso Capitolio, construcción de mármol blanco con amplia vista al mar, una actividad más seria y magnánime de lo que actualmente ocurre en el.