La correa de energía solar en los países subdesarrollados

    En una conferencia previa, Vincent Adams había expresado su gran preocupación por la dinámica energética y sus implicaciones para el caribe.  Gran mayoría de las islas no producen petróleo, y sus economías están basadas en el turismo; drásticos aumentos en el precio del crudo tendrán graves impactos económicos.  Peor aun, como es el caso de Puerto Rico, necesitan mover el crudo mediante tanqueros para casi todas sus necesidades energéticas y de transportación.  La combinación de estos elementos crean un escenario francamente alarmante.    

    No obstante, como los ponenciantes en la exitosa conferencia de ACEER demostraron, no existe razón alguna por el cual no podamos drásticamente reducir nuestra dependencia del crudo.  Después de todo, el Caribe entero reside en la correa del soleado trópico, el cual significa una abundancia de energía solar.  Instalando celdas fotovoltáicas en TODOS los techos de las casas y edificios alimentaría electricidad precisamente en los picos de mas alta demanda--tal como a medio día durante el caluroso verano.  Resulta que el nuevo "Saudí Arabia" estaba ante nuestras narices todo el tiempo, o actualmente encima de ellas:  los techos de nuestras casas.  (Es una falacia, demuestra Fernando Plá, almacenar esa energía para utilizarla en la noche; las baterías se dañan, y requieren complejos y costosos sistemas que francamente no son costo-efectivos.)  

    Estas brillantes ideas, en proceso de avanzada implementación en España y Europa, requieren un drástico cambio institucional-legal en Puerto Rico, particularmente en la relación entre la compañía de energía eléctrica (AEE) y los usuarios.  El net-metering, la reventa de electricidad a la AEE, actualmente es injusta al residente común.  La  compra a unos 4 centavos pero lo vende a 17 centavos; así tienden a operar las grandes corporaciones.  No obstante, ademas de obstáculos legales como estos--artificialmente creados para beneficiar ciertas corporaciones, no existe ninguna razón para no poder modificar sustancialmente el sistema eléctrico de nuestra isla de Puerto Rico.  

    Lo mismo so podría decir de la gran mayoría de las naciones subdesarrolladas, las cuales quedan principalmente en el trópico.