La mentalidad colonial en los esquemas de desarrollo económico de Puerto Rico

    Los líderes de gobierno local tratan el desarrollo económico autóctono como si fuere una mala palabra.  En la discusión de hoy sobre el cierre de varias farmacéuticas en la isla , Deepak Lamba-Nieves (CNE) una vez mas aludió a los incentivos solicitados por la industria del gobierno.  Como mencionado previamente, es particularmente extraño que industrias con ganancias multimillonarias estén solicitando la isla por 'incentivos económicos' en un esfuerzo de externalizar todos los cotos de producción para que sus margines gananciales aun mas altos sean alcanzados. Cualquiera que sea el estado de la industria--perdida de patentes o la movida a la 'biotecnología (una palabra sumamente ambigua)--tales comentarios revelan poca fe en la innovación local y el desarrollo económico autóctono.  La única industria local confiada es el sector financiero, que irónicamente ahora quiere ser salvado de malas políticas comerciales al otorgar demasiados prestamos.  Esto de por si es algo sumamente irónico dada los persistentes reclamos neoliberales sobre el 'libre mercado' realizados en la década de 1990.  El sector financiero de Puerto Rico no parece haber notado la contradicción en solicitar el 'libre mercado en un momento (privatización de la década de 1990) y proteccionismo en otro (el salvavidas hipotecario de este año 2007).  El triste hecho es que este sector financiero, como los abogados de Singapur, cohiben el desarrollo económico al no prestar sumas a comercios tecno-cientificos.  Aquellos que mas pueden asumir el riesgo son aquellos que mas se espantan de el.  Lo mismo es verdad del gobierno local.  Cuando los fundadores de BioDeisel solicitaron la asistencia gubernamental para empezar su innovadora nueva compañía, a pesar de todas promesas del gobierno, recibieron ninguna ayuda cualquiera.  Como resultado, sus fundadores se vieron forzados a hipotecar sus casas (en vez de recibir capital de riesgo) para crear lo que se ha convertido en una compañía sumamente exitosa.  Es hora de librar la política económica de la isla de sus criterio de 1950.  Teodoro Moscoso pudo haber hecho mucho para el desarrollo económico de la isla, pero las condiciones actuales son muy diferentes de lo que fueron hace medio siglo.