La orquestación de la percepción política en Puerto Rico

    Podríamos preguntar si el FBI interviene indebidamente en Puerto Rico, pero eso se lo dejamos a los independentistas.  La pregunta más valida en estos momentos tiene que ver con lo que se podría referirse como el "colonialismo interno" en la isla: la tremenda influencia de poderosos actores económicos tienen para manipular percepciones de los políticos involucrados.  No es que Fortuño, Acevedo Vila, o Irizarry Mora sean marionetas de uno que otro actor económico, sino que todos son muy destrezamente manipulados para que individualmente lleguen a una que otra conclusión, reforzando así la validez y legitimidad de sus respectivos consejeros o teniendo un impacto profundo sobre su actividad publica.   Uno puede palpar el mal consejo que a veces se les provee para llegar a un resultado que no es inmediatamente perceptible por el respectivo candidato.  Esto fue muy claramente observado cuando miembros del partido Puertorriqueños Por Puerto Rico (PPR) fueron inducidos a votar por el candidato popular a la Alcaldía de San Juan--forzando a una movida de parte de su comité ejecutivo a su expulsión, y creando dudas sobre la credibilidad de dicho partido.  (Existen otros ejemplos de otros partidos.) Fue una movida estrategicamente 'brillante' , pero que claramente reveló que la percepción de TODOS los respectivos candidatos a puestos independientemente de su partido político  están siendo muy sutilmente manipulados por fuerzas externas.  Lo que es quizás importante aquí es que todos los candidatos a puestos políticos se den cuenta de dicha movida, y actualmente se unan y hablen mutuamente para un frente común en Puerto Rico.  Quizás esto le suene algo idealista debido la fricción natural que sienten dichos candidatos entre si debido que están compitiendo para una sola posición (que significa que por lo menos tres o cuatro se quedaran sin cargo político luego de las elecciones). No obstante, el beneficio de esto es que los llevará a un mejor entendimiento de estas fuerzas externas que se entrometen,  reduciendo así su influencia indebida (irrespectivamente de la posición ideológica de dicho candidato y su partido respectivo).   Lo que nos preocupa a todos, en fin de cabo, es el bienestar de nuestra querida isla.