Pie-Think in Puerto Rican Academia

    Many years ago, a distinguished professor who had received his doctorate at some Ivy League gave a speech on his failed attempts to land a job in Puerto Rico, his place of origin.  Much to his surprise, his attempts went unsolicited, and he finally gave up,  getting a job at some North American university.  It is a story I will never forget, in part because it is so revealing about the academic social dynamics of the island.  It tends to be dominated by what might be called "pie thinking": there are only so many pieces available, and if you let one more person in, it will mean less pie for everyone else.  This is partly understandable given the island's chronic underemployment and unemployment.  However, it little occurs to some a process that at first glance might appear to be magic: invite more people and the pie will actually get bigger.  How can this be?, you might ask.  Well, generally speaking, the more individuals there are, the more complex a social dynamic is formed, allowing unforeseen secondary byproducts to emerge.  If a department's ranking increases, it generally means that more funds will go to the department, and in turn each individual will gain a greater share than originally allotted.  While a foreign individual from the outside might appear to be a menace, it is also equally true that  they might actually contribute greatly to the overall institutional well-being and success than might be at first obvious.  The result is greater than the sum of its parts. .  An analogy might be that of lower-income migrants, which are typically defined as 'taking jobs away', little considering that their consumption of products and services also helps to motor the economy along.

    Pensamiento de pastel en la academia puertorriqueña

    Hace muchos años, un profesor distinguido que había recibido su doctorado de algúna universidad Ivy League ofreció una charla sobre sus fallidos intentos en obtener un trabajo en Puerto Rico, su sitio de origen.  Mucho para su sorpresa, sus esfuerzos no fueron aceptados.  Finalmente se rindió y obtuvo un trabajo en alguna universidad de Estados Unidos.  Es un cuento que nunca se me olvidará, en parte porque es tan revelador de las dinámicas sociales en la academia borinqueña.   Tiende a ser dominada por lo que podríamos llamar 'pensamiento de pastel': la idea que hay solamente tantos pedazos y que si uno deja a otra persona entrar, significará menos pastel para el resto de las personas.   Esta actitud es parcialmente entendible dado el desempleo y subempleo crónico de la isla.  No obstante, poco se le ocurre a algunos lo que a primera instancia parecería como magia: invita a más gente y el pastel actualmente aumentará en tamaño. "¿Cómo puede ser esto?", usted se preguntará.  Bueno, en términos generales, más individuos significa dinámicas sociales más complejas se formaran, permitiendo productos secundarios que emerjan que no fueron previstos al principio del proceso.  Si el status de un departamento aumenta, entonces significa generalmente que más fondos irán a este y, en cambio, cada individuo del grupo recibirá una mayor cantidad de lo que originalmente recibían.  Mientras que un individuo extranjero pueda parecer como una amenaza, es también igualmente cierto que pueda actualmente contribuir sustancialmente al bienestar y éxito de la institución de lo que sea inmediatamente obvio.  El resultado es mayor que la suma de sus partes.  Una analogía podaría ser los immigrantes de clase baja, que son típicamente definidos como 'quita trabajos', en poca consideración de como estos, mediante su consumo de productos y servicios, ayudan a estimular la economía local.