Rabiosa hipocresía feminista: el caso de Maria T. Barcelo Miller

    Antes de entrar al programa doctoral de historia en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Rio Piedras, se me requirió que tomara 1 año de curso historiográfico.  Fue una solicitud algo extraña debido mi previo entrenamiento académico, pero tal eran las reglas así que las seguí.  Es decir, en vez de requerir el curso como parte del entrenamiento ordinario durante el curso normal, como suele ser en la mayoría de los programas doctorales, tuve que dedicarle un año en clases que ya había tomado en otros departamentos.  

    Pero fue peor de lo que se podrían imaginar.

    Me registre en el único curso que había disponible, bajo la profesora Maria T. Barcelo Miller.  Los libros del curso se vieron interesantes, así que no tenía mucho de que quejarme; por lo menos estaría fortaleciendo mis conocimientos con el "Historiography: Ancient, Medieval & Modern" de Ernst Breisac.  Para la clase, cada uno tenía que tomar un capitulo y proveer una breve reseña ante el grupo, con algunas observaciones—nada drástico y algo rutinario a este nivel.  Debido mi trasfondo en la historia de la ciencia, inmediatamente solicite el capitulo cubriendo los griegos.  Esto también ayudaría a fortalecer mi conocimiento de ellos, así que le metí el diente.

    Mi turno vino al principio del curso, debido los tempranos antecedentes establecidos por los griegos, cronológicamente.  Fui ante la clase y di, lo que a mi parecer, una charla 'carismática', hablando un poco del legado griego y de los contenidos del articulo.  Sentí tener la intensa atención de todos en la clase, algo que siempre es muy especial cuando se puede realizar.  Después de la clase, algunos hasta me felicitaron por la presentación que hice.  Antes de salir de la clase, le entregue un breve ensayo que había preparado del capitulo--otra vez algo rutinario por el cual no debería de haber mucho problema.

    A mi sorpresa, cuando recibí el ensayo, la profesora Barcelo Miller había 'desangrado' el ensayo, cubriendolo con tinta roja en casi todas sus paginas--por frente y por detrás, como si hubiese sido escrito por una persona endiablada.  Parece que a la profesora no le gusto que tomase tanta atención de los estudiantes en la clase.  La nota del breve y rutinario ensayo: una enrome "F" sobre sus paginas.  Al entregar el ensayo, la profesora demostró la primera pagina ante la clase, dandole a saber a los demás cuan mal había preparado el ensayo.

    Reproduzco copia del ensayo debajo (por pagina):

    Cuando me fui a quejarme ante quienes lideraban el departamento en aquel entonces, Mayra Rosario y Maria del Carmen Baerga, ellas (Baerga) reconocieron que Barcelo Miller había reaccionado de manera irracional al ensayo, y prometieron que considerarían el asunto.  Pocos días depues, hable con Mayra Rosario, quien me dijo que había hablado 'con alguien' (nunca menciono quien) y que tenia dos opciones: 1) rescribir el ensayo como pidió la profesora o 2) salirme de la clase para retomarla el siguiente año. Debido que los cursos de historiografía eran secuenciales, uno tenia que esperar todo un ciclo para poder reiniciar el proceso.  Tal son las injusticias arbitrarias creadas por la burocracia.  

    Luego de haber 'malgastado' un año completo, retome el curso de historiografía con otro profesor.  Lo curioso del caso es que me puse a hablar con otros estudiantes en la clase que también habían tomado cursos con la profesora Barcelo Miller.  En todas las instancias, aprendí que Barcelo Miller tenia un 'prejuicio reverso' en contra de los varones: mientras que trataba todas sus estudiantes féminas con 'guantes de ceda' maltrataba emocionalmente a todos los estudiantes varones.

    Pude haber demandado el departamento en aquel entonces por discrimen de genero y, para serles franco, llegue a consultar un abogado sobre el asunto.  Decidí que no valía la pena iniciar un pleito, y seguí con el programa.  De haber iniciado un pleito de clase, es casi cierto que hubiese ganado debido la contundente evidencia que había en contra la señora Barcelo.  

    Quizás los mas extraño del caso es que todavía se puede ver a la señora Maria T. Barcelo Miller rondando por los pasillos, siguiendo dando clases en el departamento.  A pesar del contundente conocimiento que tiene el departamento sobre la arbitraria e injusta conducta de la señora Barcelo Miller, no hacen nada al respecto.