Sobre Plaza las Américas y las calles de Puerto Rico

    A primera instancia, no parecerá que habría relación alguna entre Plaza las Américas, el centro comercial mas lucroso de la isla, o el estado de las carreteras en Puerto Rico.  Pero, como dicen por ahí, las percepciones pueden ser engañosas.  

    De hecho, hay una relación inversa entre ambos.

    Se puede hacer las contundente observación que el puertorriqueño promedio tiende a ser una criatura de habito; tiende a ir a los lugares que conoce, mientras que evita aquellos que desconoce.  Quizás la evidencia más contundente de este patrón de conducta es el estado de los letreros en la isla.  La gran mayoría de las calles carecen de letrero alguno: una identificación clara y publica identificando el nombre de la calle, para que uno pueda saber donde esta ubicado en cualquier momento del día.  Que no haya habido algún tipo de rebelión o contundente protesta publica sobre el estado de situación es otra evidencia a favor de la alegación.

    Lamentablemente, lo antedicho también es una señal que el puertorriqueño promedio carece de esa actitud mercantil que evalúa sus compras bajo criterios 'fríos y lógicos'.  De necesitar algún objeto o herramienta de trabajo, se buscaría en la guía de teléfono (ahora el internet) el suplidor que ofrezca el mejor producto (calidad) al menor precio: bueno, bonito y barato.  Luego de haber identificado el vendedor, nuestro puertorriqueños hipotéticamente procedería a buscarlo en la guía (ahora el interent) el local, y se dirigiría a este lugar ciegamente.  Miraría un mapa, y seguiría las direcciones hasta finalizar su compra 'fría y calculada'.

    En vez, lo que vemos es la criatura del habito: el actual puertorriqueño se dirige q Plaza las Americas, compra su mercancía (tipicamente de productores externos), y se va a su casa.  En vez de ser caracterizado por ese ideal del campo de la economia--el hominis economicus (el hombre racional económico)--vemos el hominis habitus, que al no hacer simples cálculos matemáticos actua irracionalmente en contra de sus propios intereses económicos.  Va a Plaza las Americas porque es conveniente.  En vez de tener que buscar calles desoladas y sin identificación alguna, entra a un ambiente controlado con abundantes mapas y guias para dirigirlo a la tienda inmediatamente disponible.  Lo que el gobienro de Puerto Rico le hace dificil a sus ciudadanos, Plaza las Americas suple en abundnancia.

    ¿A que viene todo esto?

    Bueno, a luz de la crisis económica que permea la isla, uno podría sugerir que fomentar esa actitud mercantil seria un importante paso por el gobierno.  El simple acto de ponerle letreros a todas las calles ayudaría a fomentar la actividad mercantil del puertorriqueño común y corriente.  En vez de fomentar ciudadanos dependientes de jerarquías sociales o de ciegamente confiar a viva voz, se fomentaría una población emocionalmente y económicamente autónoma con un enfoque racional y letrado: la base de toda genuina prosperidad económica nacional.

    Si a Plaza las Americas le conviene el pobre estado los letreros de las calles, a Puerto Rico en su totalidad le convendría exactamente lo opuesto.