Taínos y caribes: El extraño caso de Jalil Sued Badillo*

    En la historia de las ideas, es típicamente común ver sistemas establecidosabarcadoras interpretaciones del mundo-el cual elaboran un sinnúmero de datos e visiones en una vision coherente.  A veces, debido la complejidad de sus estructuras, estos sistemas son muy difíciles de derrocarel aristotelismo medieval siendo uno de ellos.  En otras ocasiones, cuando dichos sistemas son delimitados un sector, que cuando sus puntos nódulos son cuestionados, se derrumban completamente.  El mejor caso es quizás la interpretación del funcionamiento del cuerpo durante el renacimiento.

    La vision tradicional de galen tenia dos diferentes sistemas, el arterial y el venal, cuales tocaban diferentes funciones en el cuerpo. El arterial contenía pneuma que le daba vida al cuerpo, y el venal, cercanamente ligado al hígado, era un tipo de distribución alimenticio. Clave en esto era el corazón, que se presumía tener pequeñas entradas en el septumuna pared principal del corazónel cual permitía flujo. Cuando Vesalius dijo que no habían boquetitos, y por lo tanto que no había flujo de sangre a través del septum, fue revolucionario porque forzó una reconceptualización sobre el funcionamiento del cuerpo. (Para los que saben, culmina con el trabajo de Harvey, van Leeuwenhoek, y Malpighi).  

    El progreso de la anatomía ocurrió cuando se acepto la data contundentemente establecida antes los ojos, forzando así hacia una drástica reconcpetualización de la fisiología humana.  Por tal parece, fenómeno parecido todavía no ha ocurrido en la interpretación de los pueblo amerindios del Caribe.

    Uno de los libros mas interesantes que he leído en un buen rato es el de Jalil Sued Badillo titulado Los Caribes: Realidad o Fabula.  Varias cosas me tomaron por sorpresa. A pesar de haber sido escrito en 1978, nunca había escuchado esas ideas. Sued Badillo rigurosamente argumenta que no había diferencia alguna entre los taínos y los caribes.  Para un caribeño esto es casi como argumentar que el sol no rota alrededor de la tierra, debido que siempre desde mi niñez nos han contado sobre los taínos y los temibles caribes.  Es algo extraño el proceso que ideas retenidas por largas década podrían haber estado equivocadas desde el principio.

    Las bases de sus planteamiento son tan rigurosamente establecidos, que me estuvo particular que dichas ideas no son mas abundantemente expuestas, y me puse a revisar la literatura. Había sido algo que no capte en mis lecturas?

    Cuando una mira a la mas reconocida Historia General de Puerto Rico (2008) de Fernando Pico, vemos que Pico nunca alude a tal discrepancia. (Véase capitulo 2, “Sociedades Amerindias”)  Pero, algo quizás típico de Pico, cita la obra de Sued Badillo como una literatura obligada del tema. (Véase “Bibliografía minima”) [1]

    La obra de quien podríamos denominar como el nuevo historiador oficial de Puerto Rico, Francisco Scarano, si alude al debate. (Véase “El complejo cultural caribe”, 2008).  Lo extraño de la caracterización de Scarano es que el libro de Sued Badillo fue publicado hace mas de 40 años y por lo tanto, no pareciera que debería de existir cualquier debate alguno.  Scarano, ciertamente pone las nociones en una perspectiva favorable, notando que se inclinan hacia la interpretación revisionista. No obstante, fue lamentable ver cuan débilmente fue expuesta dicha interpretaciónsin coherentemente exponer sus puntos mas sobresalientes. Cita las dos visiones en vez de exponer críticamente sus argumentos. [2]

    Vemos una actitud parecida en el nuevo libro de Sebastian Robiou Lamarche, Caribes, Creencias y Rituales (2009). Robiou parece jugar ambos bandos, sin claramente exponer su vista; no obstante, parece estar en el lado tradicionalista.  Tal como hizo Scarano, Robiou no expone los puntos críticos de los argumentos, sino meramente se limita a una larga lista de los académicos a favor o en contra de la interpretación de Sued Badillo.  Si la academia fuese meramente por consenso, tendiéramos que abandonar todo tipo de noción de progreso en el campo. Al no lidiar específicamente con los puntos de Sued Badillo, se puede descartar el libro de Ribiou como uno de peso.

    Una cosa que encontré curiosa fue su mención del trabajo de Francisco Moscoso.  

    Cuando fui estudiante graduado, tome una clase con el profesor Moscoso, así que tengo algún nivel de familiaridad directa con sus puntos de vista—o por lo menos cuando tome su clase. (Desconozco si ha cambiado su interpretación desde entonces.)  De acuerdo a Robiou, Moscoso no esta en acuerdo con Saud Badillo porque sus planteamientos no concuerdan con lo conocido del desarrollo sociocultural humano.  (p25)  El sugerido argumento de Robiou es desingenuo simplemente porque Moscoso simplemente mitifica los taínos como sociedades pacificas e idóneasun ideal utópico de igualdad al cual toda sociedad debería de moverse, en consoné con su filosofía marxista del antaño.  El uso de los escritos de Moscoso en este sentido es trágico debido al fundamental acuerdo entre ambos academicos: Sued Badillo argumenta que los Caribes, de hecho, no fueron caníbales; fueron menos violentos de lo que suponemos.

    Luego de tanto aperitivo, podemos preguntar, ¿cual exactamente es el argumento de Sued Badillo?  Hora de entrar al manjar.

    Sued Badillo realiza un historial de la noción del caribe al igual que señala el numero de contradicciones existentes del termino.   No es que hay mala evidencia como alude Scarano, pero simplemente porque es tan contundentemente contradictoria.  La noción de distinto caribe caníbal surge en parte de los relatos de la primera visita de Colon, en el cual recogen unos indígenas que estaban a punto de ser devorados por rivales, rescatándolos así la vida.  Dicha interpretación es repetida en Oviedo y en otros cronistas reconocidos del periodo. (Oviedo fue un precronista.) Al entrar a las aldeas observaron cráneos guindando de los bohíos indígenas, dando que los primeros visitantes inmediatamente presumirían la practica del canibalismo entre estos.

    Las Casas empieza a atacar la interpretación notando que, de haber obtenido su nutrición de humanos, se encontrarían muchos mas huesos humanos en sus aldeas; se encontrarían montañas de huesos humanos (exagero un poco aquí para resaltar el punto.) Y Las Casas tiene un punto.  Hay que resaltaralgo que no hace Sued Badilloes la cuestión que han hecho otros historiadores de pueblos indígenas: la ausencia o abundancia de fuentes de proteína en la region.  No cabe duda alguna que las tribus indígenas no carecían de fuentes de proteínas algunasi tomamos meramente la abundancia de pescado en sus costasy por lo tanto no hubiese existido una presión fisiológica hacia el canibalismo. (Es decir, la necesidad de tener que comer carne humana para poder obtener importantes proteínas; se sabe, no obstante, que combinación de vegetales también proveen el cuerpo con proteínas requeridas, como visto en MesoAmerica.)

    Sued Badillo señala que dichos huesos pueden ser interpretados como culto a los ancestrosalgo del cual es sumamente razonable debido su predominancia en otros grupos indígenas. En algunos casos, fue de tal la magnitud que TODA la estructura de la sociedad Incaica fue establecida alrededor de dichos huesosdando así a su imperio.[4]*

    Pero lo que señala Sued Badillo son las ENORMES INCONSISTENCIAS con el cual se utilizaba el termino caribe durante los primeras décadas de contacto, tanto por los indígenas como por los mismos españoles.  He aquí la clave hacia la necesidad de una reintepretación radicalmuy diferente a la tradicionalmente aceptada.  Cada uno de los grupos indígenas se refería a los demás grupos indígenas como caribes (por implicación caníbales).  Incluso, los mismos indígenas de Puerto Rico eran referidos como caribes por otros grupos. 

    Lo que mas impresiona fue el uso politico del termino caribe por los españoles.

    Los españoles modificaban su uso del termino, como una justificación legal para la esclavitud de los mismos.  El termino caribe, en el marco jurídico español, le daba al estado español (y sus representantes) el derecho de esclavizar los indígenas para civilizarlos con la cristiandad mientras tanto los relocalizaban como fuerza labora en aquellos lugares que contenían oro.  Daba a una situación curiosa. Si una isla era encontrada con oro, los indígenas de las isla, el uso de caribe era removido, pero aplicado a indígenas de islas circundantes.  El caso mas ilustrativo del fenómeno fueron las multiples denominaciones utilizadas para los indígenas de lo que ahora es la isla de Trinidad. Todos los cambios de clasificación de los indígenas estuvieron en acuerdo con la identificación de oro en la isla.  Si se pensaba que había oro en dicha isla, su denominación caribe era negada; si no había oro, eran denominados una vez mas como caribes.  

    El caso del cambio de terminología colonizadora en la isla de Trinidad es tan contundente, que es casi incrédulo ver que luego de que cuarenta años hayan pasado, todavía no ha ocurrido una revision el pie a las cabeza de los grupos amerindios.  Se requiere un Havey de los Taínos en el Caribe, estableciendo nuestra interpretación histórica sobre bases mucho mas solidas y rigurosas de las que existen al momento.  Es mucho mas fácil que un historiador repita el estatus quo, evitando as el inevitable choque de insistir en la necesidad de un cambio radical de interpretación.

    Las personas raramente les gusta cambiar sus cómodas visiones de mundo, incorrectas que sean.

 

NOTAS

1. Fernando Pico, Historia General de Puerto Rico. (San Juan, Puerto Rico: Editorial Huracan, 2008)

2. Francisco A. Scarano, Puerto Rico: Cinco siglos de historia, 3ra edición (Nueva York: McGraw Hill, 2008)

3. Sebastian Robiou Lamarche, Caribes, Creencias y Rituales (San Juan, Puerto Rico: Editorial Punto y Coma, 2009)

4. Rodrigo Fernos, En Busca del Fenix: la ciencia y su historia en America Latina (Bloomington, IN: AuthorHouse, 2006).