Una fallecida critica de la energía eólica

    En su charla ayer (10 de octubre de 2007), Luis Silvestre presentó una detallada explicación sobre la manera en la cual la energía eólica funcionaba, enfocandose en sus debilidades para suplir energía dentro de una red eléctrica urbana.  Mientras que la charla no estaba factualmente incorrecta (de acuerdo a los expertos presentes), y le puso los toques finales en argumentos contra el fallecido proyecto de WindMar en Guayanilla, en el corazón habían una serie de presunciones erróneas que también eran compartidas con sus oponentes (aquellos a favor de Windmar).  Ambos lados presumieron falsamente que las fincas de molinos de viento deberían de servir como generadores de electricidad convencionales, cuando toda la data presentada claramente demostró que estos tenían sus propios rasgos independientemente de dicha generación de poder eléctrico tradicional.  Por ejemplo, Silvestre notó que el uso de baterías era inapropiado para la producción de electricidad eólica en una capacidad industrial, mientras que la energía eólica era errática en naturaleza--tan errática que típicamente generadores convencionales tenían que ser establecidos cerca para mantener las corrientes base.   Pero,  esto no significa que nunca deberían de ser utilizadas como concluyo Silvestre, sino que el uso de la energía eólica para separar el hidrogeno del oxigeno en el agua resolverá ambos problemas: la distribución errática seria 'achatada' a manera que se acumule la colección de hidrógeno de manera errática pero consistente.  En otras palabras, quizas sin saberlo Silvestre dio luz sobre el porque George W. Bush ha estado empujando tanto las fincas eólicas como las celdas de hidrógeno en Texas tan fuertemente: ambas están hechas una para la otra.