Las contradicciones estructurales del PNP


por Rodrigo Fernos



Las acciones de la ahora presente administracion de Ricky Rosselló revelan distintivamente la irracionalidad de la política publica del Partido Nuevo Progresista (PNP). Mientras que las posturas publicas intentan de llevar a la isla en una dirección política particular (la estadidad), sus actuales políticas publicas sitúan a la isla en contra de dicha realización.  Aunque podemos explicar esta contradicción estructural como resultado del dinamismo político ante la necesidad de una base votante en una democracia, es obvio que una postura racional reconocería el  error inherente de dicha política a largo plazo.

Como en tantas cosas de la vida, el PNP es su peor enemigo. Veamos.

Luego de infamosa ‘victoria’ de la estadidad en el voto plebiscitario de la semana pasada (Junio 2017), durante el cual menos de un 25% de la población voto, la administración de Ricardo Rossello decidió ‘seguir adelante’ e impulsar la estadidad en los Estados Unidos. Es decir, la administracion decidió infructuosamente obviar por completo la baja participación en las urnas para promover su ‘resultado’ en el cual un ’90%’ voto en favor de la estadidad; la participación por parte de votantes del Partido Democrático (PPD) o el Partido Independentista (PIP) se acerco casi a un zero porciento.  Igualmente, el plebiscito reveló la ausencia de muchos partidarios estadistas en dicho plebiscito.

Por otro lado, es bastante obvio que el PNP ha logrado fortalecer su mano política en la isla mediante su alianza informal con el pobre puertorriqueño.  Dicha postura se inició para la década de 1960, cuando Carlos Romero Barcelo logró exitosamente traer una enorme cantidad de fondos para dicho sector desfavorecido, proveniente de la “Guerra contra la Pobreza” de la administración de  Lyndon B. Johnson; más dinero, por ejemplo, fluyó hacia la pequeña isla de Puerto Rico que para todo el estado de Texas del cual provenía el mismo Presidente Johnson, a pesar de la enorme disparidad demográfica de dichas entidades políticas de Estados Unidos. Como habían más pobres en Puerto Rico, la formula tiro más fondos a la isla, logrando fortalecer dicho partido politico en la isla.

Pero el PNP no parece darse cuenta que su alianza política subestima las metas explícitas al cual pretende dirigir la isla.  En pocas palabras, el estado benefactor estadista ha logrado ampliar dicho sector, logrando promover también la expansion de los valores de su grupo socioeconómico hacia renglones por encima de estos—dando a una desvalorización de lo que tradicionalmente habían sido los predominantes valores de la clase media en la isla. Aunque el ex-alcalde de San Juan Jorge Santini no sea el mejor ejemplo, su conducta de bravucón ligado al uso de las drogas como la cocaina son una reflexión de procesos mayores que se han estado dando en la isla.

Es bastante claro que aunque el PNP ambiciona unirse a la entidad política que constituye los Estados Unidos, mediante su conducta actual rechaza tajantemente los valores y aspectos culturales que propulsaron esa nación a su riqueza y poderío internacional: el fomento de la educación y la innovación, en especifico su estimulo de la ciencia y la tecnología.

Si miramos al ámbito internacional, es bastante obvio que la riqueza de un país no se mide a base de la totalidad de su población, sino en la calidad cultural de la misma. En comparación con países como la India y la China durante los siglos XIX y XX, la población de Estados Unidos siempre ha sido una ínfima fracción poblacional que la de estos—fenómeno que todavía se puede observar hoy día.  Todo historiador sabe que el crecimiento económico de su nación se debió a la promoción de las ‘artes útiles’ en su temprano comienzo por figuras como Thomas Jefferson y Benjamin Franklin.  Ambos tenían amplios conocimientos científicos y son considerados como parte de la última generación de la Ilustración.  Como bien dicen por ahi, no es la ‘cantidad’ sino la ‘calidad’ de algo que rinde su valor.

Al tener un exagerado énfasis en la política—una cultura instituciona del cual el PNP comparte con su opositor ideológico el PIP—los partidarios estadistas han gravemente degradado las fundaciones de su intento  hacia la estadidad (al igual que el PIP hacia la independencia). 

Un país con una base educacional tan débil como la tiene Puerto Rico jamás será admitido como estado de la ‘union’ debido a la enorme disparidad entre sus respectivos niveles culturales. La gran mayoría de sus escuelas primarias y secundarias de Puerto Rico resultan en ‘productos’ inferiores de baja calidad a pesar de los enormes renglones de fondos que se invierten en estos.  (Notese que el alto estandarte bajo el cual solía regirse Estados Unidos también ha decaído sustantivamente durante las últimas décadas.) 

Inversamente, un país sin una solida base científico - tecnológica no tendrá posibilidad alguna para efectivamente mantener su soberanía, al carecer de una base solida sobre el cual se pueda fundamentar su economía. Un buen ejemplo de esta dinámica es el caso de Taiwan, quien se ha convertido en un ágil suplidor de productos digitales para todo el mundo—caso que la China esta intentando subvertir mediante presión económica a otros países, como el lamentable caso que recientemente se dio con Panama.

En fin, mientras que politicos PNP como Jennifer Gonzalez añoran públicamente la estadidad una y otra vez, los mecanismos que dicho partido ha utilizado para mantener su poder politico en la isla, de facto pone mayor distancia entre dicha entidad política con su meta, día por dia, año tras año, década tras década. El PNP han puesto los intereses de corto plazo por encima de aquellos del ‘longue duree’, demostrando así sus contradicciones estructurales inherentes.