¿Debería de hacerle un “upgrade” a sus sistemas de cómputos? No por ahora

    Si usted es un dueño de empresa pequeña o mediana, y rutinariamente escuchas los anuncios disfrazados como noticias urgiendo que se compre nuevas computadoras, le tengo una sugerencia. NO LO HAGA—POR AHORA.  

    Si puede espere 1-2 años.

    Digo esto porque se avecina en el horizonte cambios en la tecnología de computadoras. “¡Otra vez!”, dirá usted—con buena razón.  Pero los cambios que se avecinan son ordenes de magnitud de lo que tenemos al momento—y por ende, la sugerencia que les hago. Usted obviamente puede ir y comprar lo que le de la gana. Pero cuando salgan los nuevos dispositivos el año que viene—alguno de los cuales ya están entrando al mercado al momento, se percatara de cuan grave metida la pata cometió (en el sentido de malgasto de dinero). 

    Algunos cambios que se avecinan son los siguientes. 

    1) Ethernet 20gbe+

2) Fibra optica Thunderbolt de 20GBE+

3) Procesadores de 18 ‘cores’

4) SSD de cupo semejante al de discos duros

5) MSATA

    Todo esto significa una sola cosa: un exponencial aumento en la velocidad de redes, con potencialidades revolucionarias.  Veamos.

    La velocidad de redes se va a estar disparando por ordenes de magnitud a lo que tenemos al momento.  Veremos velocidades saltar de 100MB/s a 2,500 Mb/s (20 gbs): 25 veces la velocidad de redes comunes al momento (1gbs), o 4 veces el comúnmente utilizado USB 3.0 (5 gpbs).  

    Hay soluciones ‘tradicionales’, como ethernet 10gbe (que pueden ser unidas para alcanzar 20GBE), o el Thunderbolt 2.0 (20 gbs en un solo cable).  Todavía estas tecnologías son costosas al momento, pero es importante señalar algo: mientras que la distancia de Thunderbolt antes llegaba a solo 3 pies, la nueva fibra óptica extiende esto a 150 pies.

    Este enorme aumento en la velocidad de redes significa un enorme cambio en la posibilidad a pequeñas redes internas.  El uso de la computadora y su ‘backup’ serán invisibles desde un punto de vista del usuario común, y facilitara un mejor proceso de ‘centralización’ de las redes internas.  

    Aquí hay varios escenarios. Podríamos sugerir una red tradicional, con un servidor central como los viejos de la década de 1970: todas las computadoras son terminales estúpidos, dirigidos por el servidor central.  La velocidad permitirá que el servidor, mediante la ‘virtualizacion’ actué como la actual computadora de todos los terminales. 

    PERO…

    Nuevos escenarios sugeridos por BitTorret Sync y redes P2P sugieren un modelo alterno de ‘comunidades de computadoras’ en la cual todas operan en conjunto, curiosamente análogo al ‘cyborg’ de la serie de ciencia ficción Star Trek. Pero sus aplicaciones no serán un chiste.  

    Cada computadora servirá como ‘backup’ de todas las demás, al igual que facilitar la coordinación de proyectos en tiempo real entre miembros de la comunidad.  Esto significara ninguna perdida de data, la maximización del uso de recursos computacionales (no se requerirán ‘servidores externos’ como backup), al igual que ‘prestamos LAN de ciclos de procesador’ cuando requerido sin perdida alguna.

    Debido al hecho de aumento en el numero de procesadores por unidad (‘cores per processor’)—ya han salido al mercado unidades de 18 ‘cores’ que corren con el misma carga de un procesador tradicional, cualquier asistencia dentro de una red no sera sentida por el usuario, algo también facilitado por el drástico aumento en la velocidad de conexión de los ‘discos duros’.  Estos operan a la velocidad de unos 10gbs, pero pueden ser unidos en escalón para enormes aumentos de velocidad, permitiendo que no sean puntos de contracción (“bottleneck”) en los sistemas.

    Llegar a esto requerirá que todos los sistemas operativos sean re-escritos, pero pueden comenzar a ver las potencialidades de los nuevos sistemas que se avecinan debido las restricciones del ‘contenedor natural’ que afligen todas las computadoras de nuestro entorno contemporáneo.   

    Sea lo que sea que pase, lo cierto es que sera ordenes de magnitud mas rápido de lo que nos hemos acostumbrado, generando potencialidades ‘revolucionarias’.

    Otra vez.