Centro de Investigaciones Históricas (CIH): Salvaguarda de la Historia de Puerto Rico

    Algunas veces se le hace difícil entender la realidad puertorriqueña al que no ha vivido en la isla--aun, de vez en cuando, al mismo puertorriqueño.  Durante la década de 1990, una generación completa de estudiantes de la Universidad en Puerto Rico pasaron por dicha institución sin poder utilizar su biblioteca central, la Lázaro, debido a que estaba bajo un interminable proceso de remodelación.  Aunque teóricamente los recursos estaban disponibles, sabemos que la gran mayoría de estos existían nada mas que en la intangible teoría.  Aunque, por ejemplo, la revista "ISIS" aparecía en el catalogo electrónico, su búsqueda física de la misma revelaba que estaba en cajas no accesibles--situación agravada al no poder obtener la fecha exacta de su reapertura.  Un estudiante que hubiese querido estudiar la historia de la ciencia o tecnología puertorriqueña no hubiese podido utilizar este y otros recursos de la reconocida colección.  De haber sido creativo al intentar buscar recursos en la biblioteca del Colegio de Arquitectos, Ingenieros y Agrimensores, la hubiese encontrado cerrada debido al nuevo cuido de niños que la remplazaba--decisión del Departamento de Educación entonces liderado por el corrupto Víctor Fajardo.  Quizás, de haber sido tenaz en su búsqueda, hubiese ido al Archivo General de Puerto Rico en Viejo San Juan, pero lo hubiese encontrado cerrado o con limitado acceso a recursos debido a los hongos que existían--cerrado en la actualidad debido a la remodelación.  A pesar de haber malgastado tanto tiempo, quizás el estudiante hubiese persistido en ampliar sus opciones en ir a las bibliotecas de la Universidad Interamericana, el Ateneo Puertorriqueño, o la Biblioteca Carnegie, solo para encontrar que sus colecciones consistían de un pequeño cuarto lleno de libros caducados.  Verificación con las colecciones de la Biblioteca de Ciencias Naturales (UPR-RP) hubiese dado la realización que muchas de las monografías que aparecen en el catálogo electrónico habían sido robadas.  Finalmente, de no perder toda esperanza con el dinero ya agotado, este afortunadamente hubiese podido ir al Centro de Investigaciones Históricas (CIH), donde fácilmente encontraría los recursos esenciales a su búsqueda inmediatamente a la mano, tanto primarios como secundarios.  El CIH, adscrito al Departamento de Historia (UPR-RP), continuamente ha mantenido sus puertas abiertas a través de las incertidumbres de la novela que es la realidad puertorriqueña; ha sido el salvaguarda de nuestra historia.