"Hiding in plain sight"

    La clase-media profesional tiende a tener una imagen estereotipificada de los crímenes en Puerto Rico, compuesto de un sector social muy distante al cual pertenece.  Típicamente se imagina la noción del criminal 'agresivo', quien busca y activamente persigue a su víctima--sea esta por razones económicas o motivaciones de celo amoroso.   El caco del punto busca a su rival para eliminar la competencia.  Otros ejemplos en la prensa, como el asesinato del banquero  de Doral, tienden a ser algo inusuales--a tal punto que uno no puede sino sospecharse cuando una joven dama es arrestada luego de haber tratado de contratar a un asesino para matar a su esposo.  

    Bajo esta serie de presunciones e imaginarios públicos, se tiende a escapar de vista la manera en el cual se esta dando una influencia nociva en Puerto Rico--un tipo de guerra sutil en el cual de va degradando las bases de su integridad y autonomía como ente político, económico y cultural.  La isla, perteneciendo a la semi-periferia (Wallerstein), es el lugar de encuentro de múltiples entidades que forman  un tapiz mucho más complejo del que se tiende a imaginar.  Lejos de ser una aislada isla en el medio del Caribe, un idílico paraíso distante de preocupaciones internacionales, Puerto Rico se ha convertido en un punto de encuentro de actores globales.  Pero el 'jíbaro' puertorriqueño (muchas veces nuestros propios políticos) ignorante de estas fuerzas a su alrededor, actúa como si todavía viviesen en le siglo 18, inconsciente de las constantes guerras que ocurren a su alrededor.

    Organizaciones complejas se dieron cuenta hace buen rato la vulnerabilidad del criminal agresivo, modificando sus estrategias en consonancia con sus metas.  Vivimos, después de todo, en junglas urbanas.  El asesinato mediante bala crea contundente sospecha, dando a que el ojo del estado empiece a mirar en su dirección y a indagar los pormenores del incidente.  El peligro de este tipo de incidente es que, sea exitosa la búsqueda o no,  en algún punto y con suficiente evidencia se podría detectar el criminal y tener prueba suficiente para enjuiciarlo.   Por lo tanto, los verdaderos crímenes de la elite ocurren de manera mucho más sutil y circunspecta, tratando de eliminar por completo la sospecha pública que un crimen acaba de ocurrir en primer lugar, evitando asíla iniciación de una investigación criminal en su propia contra.  Ser rico por definición implica tener que lidiar con muchas "molestias" que no merecen nuestra atención; mientras menos tengamos, mejores y más calmada será nuestra vida--se presume.

    Por lo tanto, se va generando una red de lacayos--subyugados por su carencia de moral, ambición economica, o temor cobardía de represalia--que ejecutan sutilmente las ordenes de sus jefes.  Se va estableciendo una complicada red, en el cual cada actor es ignorante de la totalidad del esquema, pero del cual va a tener una participación primordial en su eventual desenlace.  Al estar compuesto de un conjunto de múltiples participantes, su fallas morales personales disminuyen en sus mentes, diciendose a si mismos que 'hice poco' sin considerar cuan importante fue su papel en la totalidad del acto y su tragico desenlace. 

    Estos lacayos forman una red, típica a las que se dan durante tiempos de guerra: redes de comunicación que alimentan el ente central/planificador para mejor entender la realidad de las circunstancias en el cual se encuentra, y asíactual viablemente y efectivamente para su final desenlace.  Dichos lacayos están situados en múltiples áreas, pero tienden inicialmente a delimitarse a áreas de comunicación y seguridad.  Después de todo, si sabes lo que el 'enemigo' esta pensando, se puede más efectivamente manipularlo y/o tomar acciones efectivas en contra de este antes de que la víctima haya actuado.  Al nivel de seguridad, el tener control de llaves de control de acceso agiliza la perpetuación del crimen, al igual que permite tomar medidas preventivas de la víctima se defienda. Compañías de alarmas, seguridad y comunicaciones son de las primeras en ser infiltradas al ser puntos neurálgicos del bienestar y quehacer del ciudadano político.

    En comparación con el criminal estereotipado, quien toma una posición 'activa', el criminal de clase alta toma una posición 'pasiva'.  Es decir, en vez de buscar a su presa, hace que su presa vaya a el, disminuyendo en esta manera su visible participación y complicidad en el crimen.  Podemos sugerir que su modus operandi es el de la araña,logrando que todos los caminos se converjan en su persona.  Debido la sofisticada red de apoyo, puede darse el lujo de este esquema.  Sus lacayos le proveen toda la información y toman todas las medidas para ir moviendo la víctima a su destino final.

    También, en comparación con el criminal estereoptificado, el 'mob boss' de la elite le gusta la atención publica. Mientras más publicidad mejor, debido que disminuye la sospecha de su central participación en dichos crímenes.  Hasta puede sugerir su participación en estos, bien sabiendo que su gran numero de contactos y su asociación con múltiples individuos de alto renombre tiende a distanciarlo de sospecha alguna sobre su central participación en dichos crímenes.  Su posición y/p empleo se convierte en un beneficio neto, que le permite mas fácilmente obtener recursos, influenciar opinión publica, y corromper aquellos que se le ponen en el camino; este se encuentra al fondo de un 'valle energético' (física) al cual todos los puntos recaen por fuerza gravitacional social.   Este percibe su prominencia como un tipo de tarjeta 'pass' a cualquier acto criminal, debido la poca sospecha que se tiene sobre su persona.

    En el transcurso, las bases fundacionales del pueblo se van degradando poco a poco, lo que en retrospectiva resulta ser los inicios de una guerra civil.  Ignorante de la realidad que los rodean, el jíbaro local se da cuenta solo cuando ya es muy tarde para actuar, dando a su eventual derrota.  Antes de que pueda mover la mano, la araña lo tiene dentro de su estomago--a punto de ser digerido.