IVA no, IVU si: El papel para los municipios

    Una dinámica imprescindible que se puede observar en la historia de la evolución de los animales es que cada paso antecedente establece y ‘determina’ hasta cierto punto el paso que le sigue.  La naturaleza solo puede crear de lo que tiene, y de ‘intentar’ realizar cambios drásticos típicamente termina en el fin de las especies.  Dedos se convierte en alas (mucielagos) o en aletas (ballena) de acuerdo a las imperantes requisitos de su medioambiente.  Un fenómeno parecido ocurre en la historia de la tecnología.

    Algo semejante parece estar ocurriendo con el IVA.

    La economista Ileana Colon Calo destaco recientemente que costaría $200 millones en establecer la infraestructura técnica para la recuperación del IVA.  Aunque podríamos sugerir que ‘esto no es mucho’, lo cierto es que se tendría que señalar que se tuvo que realizar un cambio igualmente de drástico con la implantación del IVU hace unos pocos años atrás.  Si se sigue cambiando de un sistema al otro, mientras que se siguen llenando de rotos cada sistema de recaudo con tantas exenciones, el inevitable fin es que se gastaría mucho dinero, pero se lograría poco al fin.  Esto les convendrán a los contratistas del gobierno, pero no ‘al pueblo’ o a las arcas del estado.

    Es bastante claro que, queiranlo aceptar o no, el establecimiento del IVU en 2006 bajo las administracion de Anibal Acevedo-Vila ha puesto el sistema de recaudos de Puerto Rico en una ruta ‘fija’ del cual es demasiado costoso salirse.  Es solo cuando aceptamos este hecho, que tenemos que movernos a contestar la pregunta de como se puede lograr mas eficientemente el recaudo del IVU—en vez de una cosa tan radical como la implantación del IVA.

    Otro hecho que también ha salido recientemente en el debate, es que el porciento de cobro de los municipios es mucho mayor, un 75%, que el del gobierno central.   Este hecho también provee un guía a donde pueda moverse el asunto de los recaudos de Puerto Rico.

    Se podría sugerir como algunos que todos los cobros del IVU recaigan sobre los municipios—debido su mayor ‘eficiencia’. Pero, de hecho, cualquier persona que ha  leído sobre el enorme derroche de fondos de los municipios también sabra cuan horrible seria esta idea—de ser implantada tal y como fue sugerida.  Los municipios también le deben una enorme cantidad de fondos a la AEE, y a prima facie no se le podría confiar todo el cobro a estos.

    PERO, hay una posible solución alterna.

    Podemos sugerir una solución ‘escalonada’, en el sentido que  se designaran municipios ‘centrales’ con la responsabilidad de recaudar el IVU de los municipios aledaños: Arecibo, Ponce, Mayaguez, Caguas, y San Juan, por ejemplo.   Estos tendrían la responsabilidad de recolectar y verificar que el IVU haya sido cobrado en los municipios colindantes a los mismos—a decir, por ejemplo, que “San German” estará bajo la jurisdicción de “Ponce”.

    El modelo es interesante porque 1) mantiene el sistema vigente 2) ‘democratiza’ el cobro entre partidos interesados, mientas que también 3) canaliza el sistema ‘escalonadamente’, evitando lo que fácilmente podría convertirse en un caos y/o abuso de recaudaciones.  También es bastante obvio que se podría implantar de manera rápida debido que ya hay sistemas parecidos en los municipios (el ‘Willie tax’), y lo único que tendría que ocurrir seria la coordinación entre las diferentes entidades.