La hipocresía de las editoriales en Puerto Rico

    Las casas publicadoras de Puerto Rico--Callejón, Puerto, Huracán y otras--son un racket. Lejos de dar a conocer nuevos autores en la isla, y muy lejos de pretender ser editoriales 'idealistas', operan como crasos capitalistas que solo buscan maximizar sus ingresos a cualquier costo e independientemente de cualquier 'misión académica' que finjan estén cumpliendo.   Es decir, las mismas casas publicadoras de Puerto Rico que fingen un liberalismo tajantemente 'comunista' operan abiertamente como celosos 'capitalistas' de raja tabla.   (No mencionamos la Editorial de la UPR que esta tan corrupta en sus procedimientos internos, que ni merece atención.) 

    ¿Como realizan su crasa ideología 'capitalista?  No es muy difícil de señalar; tienden a publicar manuscritos de los autores de mayor reconocimiento de nombre, mientras que rutinariamente rechazan las obras de 'autores secundarios'.  Si se fijan en la lista de nuevos libros, vemos que aparecen profesores ya bien establecidos en las universidades locales; los ya establecidos ganan tremendas ventajas a coste de los que están fuera del sistema académico e independientemente de su valor académico.  No tan solo eso, las casas editoriales repiten la publicación de sus libros años tras año, mientras que autores desconocidos nunca tienen la oportunidad de dar a conocer sus obras al publico general.  Mientras que grupos minoritarios continuamente se quejan de 'techos de cristal', este es una genuina muralla de contención que favorece previas generaciones a coste de la nueva generación de intelectuales puertorriqueño, independientemente del grupo biológico al cual uno pertenezca. 

    Ciertamente hay excepciones.  Pero típicamente nuevos autores entran solamente si ya están apoyados por las 'estructuras de poder' o tienen grupos aliados de suficiente tamaño que garantice ventas mínimas en la isla.  Esto es particularmente el caso con Callejón.  Lejos de ser una excepción a la regla, estas 'excepciones' meramente refuerzan las tendencias que estamos señalando.  Si miramos al caso del Editorial Puerto, mucho de sus nuevos libros son meramente las publicaciones de la esposa del dueño, el Sr. Jose Carvajal; publicando unos 20 libros en la ultima década y media.  No creo aconsejable sugerir que la ruta a la publicación se conduzca de tan oscuras maneras.

    Nuevos autores--y por defacto estudiantes graduados y subgraduados quienes son sus mercados principales--deberían de entrar en un boicot y simplemente cesar de comprar sus libros hasta que dichas editoriales cambien su prejuiciosa y perjudicial política comercial.  Faltar en esta hazaña seria vivir en una nube, ignorando la muralla de contención que favorece autores de 'vieja guardia' al coste de nuevas generaciones;  previniendo que estas se conviertan en autores de envergadura en la isla.  

    Recomiendo que miren fuera de la isla tanto para sus compras como sus nuevas publicaciones.