La modernización y el cambio social: el problema del libertinaje*

    El esclavo moderno es la maquina que, sin darnos cuenta, altera las expectativas de reciprocidad social.  El esfuerzo humano requerido para lo cotidiano se reduce drásticamente con la industrialización,  afectando directamente los requisitos de asistencia mutua.  El bajo costo, la sustitución, y la prevalencia de la maquinaria en la sociedad moderna reduce la necesidad de tener altos criterios de mutua ayuda humana al ser sustituida por ayuda 'metálica'.  Por ejemplo, si alguien 'te deja plantado', existen alternativas fáciles: se puede tomar una guagua o llamar por celular a otro amigo con carro para que lo recojan.  Las sociedades premodernas--si, las que antes existan--no tenían dichas alternativas mecánicas, y por lo tanto ponían mayor énfasis en el mutuo deber social.  (No es lo mismo guiar el carro con un bebe dos millas que caminar dos millas con un bebe.)  Aunque esta dinámica psicológica quizás suene trivial,  su impacto es inmenso y repercute a través de todas las sociedad modernas.  En esa red de responsabilidades, la amplitud de 'libertad' aumenta drásticamente con la modernización--tanto para lo bueno como para lo malo. (Notamos que su uso particular no es el punto de este comentario.)  Aunque en general percibimos el aumento de "libertad" con "L" como una dinámica positiva que los permite un mayor auto-desarrollo como individuos, el espacio de la "Libertad" también tiene su lado oscuro.  Se va desarrollando la psicología del libertinaje, o la idea que la libertad en su principio es  "natural" y "absoluta", el cual implica una mínima responsabilidad a los demás miembros de la misma comunidad al cual uno pertenece.  (Aunque la palabra típicamente se asocia con la actividad ilícita sexual, esto es una pequeña subcategoría del concepto.)  Asumimos falsamente que la imposición de cualquier deber es una violación de derecho civil, cuando la verdad es todo lo contrario.  Existir en grupo, condición natural del hombre, significa existir en una mutua serie de mutuos deberes y obligaciones.  Queramoslo o no, el ser humano (tanto fémina como varón)  es un "prisionero" de su condición social.