Lacayismo portorricensis 101*

    Uno tiende a ver el profesional como un individuo dedicado a su vocación--un propósito de vida--que se caracteriza por la aplicación de los conocimientos mas avanzados al bienestar de la sociedad.  El profesional utiliza su conocimiento y destrezas para resolver los problemas específicos que caen dentro de su particular ámbito social--sanacion para el medico, estructuras duraderas para el arquitecto, por ejemplo.  El profesional y su base de conocimiento sirven como las baluartes de toda sociedad moderna, tanto en términos estructurales como sociológicos.  Su papel sociológico es también de importancia debido que este típicamente forma en núcleo de la clase media, que en si sirve como un eje de rotación moral de toda la sociedad.  El pobre por su condición de pobre tiende a ser caracterizado por la ignorancia crasa y el rico, por su condición de rico, tiende a aislarse del resto de la sociedad. El profesional fluye dentro y a través de la sociedad del cual forma parte, fortaleciendo su comunidad y previniendo que esta entre en un trágico estado de crisis.

    Pero el profesional de la sociedad puertorriqueña no siempre cumple la misma definición funcional.  Existe un sorprendente numero de lacayos que plagan las profesiones en Puerto Rico--un tipo de parasito que, careciendo de genuino conciencia profesional, opera como una marioneta de intereses y valores externos a la profesión en el cual opera.  El lacayo profesional sirve intereses particulares  externos que típicamente violan las normas y dictámenes tanto de su profesión como de la sociedad civil en que se encuentra.  Podemos hacer varias preguntas teóricas sobre esta curiosa figura.

    ¿Por qué el parasitismo?  

    Podemos teorizar la confluencia de varios factores que se combinan para crear dicha figura.  Por un lado es probable que el lacayo profesional carezca de las motivaciones y/o habilidades para estar en el cargo que ocupa--fenómeno semejante a los parasitos que requieren de su huésped para sobrevivir.  El lacayo por lo tanto sabe y reconoce que tiene una posición inherentemente debil, la cual continuamente tiene que estar sosteniendo artificialmente para mantenerse en dicha posición, al igual que sostener los beneficios socioeconómicos que dichas posiciones implican.  

    El alto nivel de endeudamiento personal en  Puerto Rico también es otro probable factor en la creación del lacayo puertorriqueño.  El contundente mal manejo de fondos eventualmente mueve los individuos hacia el precipicio económico, poniendolos en una situación psicológicamente frágil, y propensa a su 'expropiación externa'.    Posiblemente en otros casos el lacayo sea seducido por falsas promesas de riquezas, que sirven como un gancho hacia un mundo en el cual, una vez haya entrado con alguna profundidad, se le haga casi imposible en salir.  (Debido la débil condición moral del lacayo, este carecerá de la fuerza moral para salirse del meollo en el cual se encuentra.  Fue esta débil fuerza moral que lo propicio al circulo vicioso en el cual se encuentra).

    En fin, las dinámicas que caracteriza la esclavitud sexual en países tercer mundistas son tajantemente analogas a las dinámicas que caracteriza el lacayo profesional.  Pero, en vez de la degradación moral del pais con su florecimiento, vemos con el lacayo profesional la degradación del nivel cognitivo de la sociedad.  Debido la complejidad científico-tecnica, la mentira y la falacia se convierten en los rasgos mas predominantes de la sociedad 'lacaya'.  Reclamos que nunca existirían en otros lugares, se escuchan con algún nivel de regularidad en estos sitios.  Los foros periodísticos lamentablemente se convierten en algunos de sus mas fructíferos medios de difusion.

    Por otro lado, la presencia de 'actores externos' que son los actual manipuladores de dichos lacayos son una condición necesaria, pero no suficiente, para su crecimiento y desarrollo.  Pero la definición de lo 'externo' e 'interno' en la sociedad puertorriqueña es una sumamente fluida y dinámica, en constante cambio y flujo.  

    Es obvio que el continuo choque político fomenta el lacayismo en la isla. La mera inestabilidad patronal que se suscita con cada cambio de gobierno por cuatrienio genera un disloque profesional: una incertidumbre de la permanencia laboral que afecta negativamente la psiquis y espíritu de los profesionales en multiples rangos. Obviamente nos referimos aquía los profesionales burocráticos, que constituyen un porciento sustancial laboral.  Aunque uno presumiría que no afectaría las profesiones que venden sus servicios en el mercado--los doctores y los ingenieros--es obvio que estos también son afectados por las dinámicas.  Un contrato para un puente puede desvanecerse en un abrir y cerrar de ojos, o ser injustamente obscaulizado por agencias reglametadoras.

    El choque político también promueve la necesidad de líderes partidistas en imponer su voluntad sobre aquellos que los rodean--en clara imitación del caudillismo de Luis Muñoz Marin--genera las condiciones favorables para su desarrollo.  Mientras el líder estatal se impone 'como macho' sobre sus subalternos, el acto degrada las bases de conocimiento que deberían de servir como guía principal a toda decisión estatal. (Se nota que Luis Muñoz Marin, a pesar de su caudillismo, solía reconocer la importancia del papel del profesional, la cual rutinariamente solicitaba y actuaba en consoné con dicha información.)  El caudillismo degrada la independencia de criterio que deberia de rejir toda decision profesional.

    Independientemente de sus origines, que claramente datan a la epoca colonial española, el contundente choque politico (y el caudillismo que este suscita) juega un papel primordial en el avance del lacayismo.  Bajo ciertas circunstancias, el lacayismo puede ser de beneficio--PERO con la inevitable degradación de las leyes y conocimientos que rigen una sociedad.  Ganancias de corto plazo a un enorme costo al caracter de la sociedad.  

    ¿Cuál es el impacto del lacayismo?

    El impacto del lacayismo no siempre es obvio, y varia por situación histórica e geográfica.  Hay un alto nivel de probabilidad que el lacayismo era un fenómeno menguante y casi no-existente a mitad de siglo en Puerto Rico, y que su crecimiento se ha crudecido durante las ultimas décadas con el florecimiento de la industria de drogas (formales e informales) al igual que con la debilitación de las bases económicas en la isla luego de 1975.  La economía y el lacayismo tienden a tener una relación mutuamente inversa.

    Pero, el eventual impacto del lacayismo es uno desastroso para la sociedad. A manera que la demografia del lacayo aumenta y empieza a solapar los no-lacayaos en sus instituciones, empiezan a dominar toda decision colectiva al detrimento del bienestar a largo plazo.  Mientras que los lacayos constituyen una parte minoritaria en entidades organizacionales o colectivas, eran menos estorbos que podían ser facilmente ignorados. Pero es precisamente esta falta de atención sobre su presencia es la que eventualmente llega a su predominio.  Como un bote cuyo contrapeso se va moviendo de un lado a otro, el pendulo institucional da un cambio de 180 grados.  Lo que antes habían sido decisiones netamente profesionales y objetivas, se convierten en una repetida serie de decisiones erradas nocivas al bienestar comun.

    Como el parasito al cual se asemeja, la predominancia del lacayo eventualmente termina con el derrumbe funcional de la sociedad en el cual se encuentra.