Los beneficios (y costos) de la eliminación del patronazgo puertorriqueño

    Aunque van a haber costos a la eliminación del patronazgo politico puertorriqueño, opinamos que a la larga los beneficios serán muchos mayores.  En términos generales, la eliminación del patronazgo ayudara a crear una cultura genuinamente ‘dinámica’, creando en si un vibrante motor económico que propulsará la isla hacia nuevo niveles de desarrollo.  Ayudara a establecer lo que quizás podríamos denominar como la segunda fase de “Manos a la Obra”, un ambicioso proyecto de desarrollo económico que, por razones obvias, nunca pudo madurar a una fase mas avanzada.

    No podemos culpar previos líderes por las decisiones que tomaron, pero tenemos que trascender las mismas.  Actuando ante sus realidades especificas, y careciendo el sinnúmero de recursos que tenemos al momento—entre estos avanzadas tecnologías de comunicaciones y computación—podemos tomar decisiones que pare ellos tuvieron que haber parecido como actos ‘suicidas’.  Mientras ellos actuaron bajo sus circunstancias particulares, la meta entre generaciones sigue siendo la misma: promover el desarrollo del pueblo puertorriqueño.

    Una mirada ‘de águila’ al patronazgo revela presunciones que eran muy ‘naturales’ durante siglos anteriores. Una presunción ‘fundamental’ del patronazgo, definido en sus términos favorables, es la nocivo que el mundo no puede operar sin nuestra activa participación.  Muchas culturas, por ejemplo, han pensado literalmente que el universo astronómico cesaría de existir sin algún tipo de intervención humana. (Favor ver “En Busca de Fenix” donde se amplían estos temas.)

    De manera semejante, en el ámbito social se opinaba que todo orden social tenia que ser activamente impuesto por el hombre.  Igual como la imposición de orden al universo por Dios, se opinaba que era solamente la activa intervención del hombre en el mundo que prevenía el arribo del caos en las sociedades.  Giambattista Vico ataco estas ideas, poniendo las primeras rocas fundamentals del campo de la sociología.  EL cuerpo social tenia sus propias dinámicas, tal como el cuerpo humano que no requería la activa participación de la mente para el latir del cuerpo, respirar el aire, y digerir la comida.

    La temprana formación de la sociología, y los intentos debates metafísicos sobre la naturaleza de las sociedades, es un buen punto de partida para la discusión de estos asuntos.  La activa participación de los partidos politicos en las organizaciones puertorriqueñas ayuda a generar distorsionados monstruos institucionales, sin permitir que estos naturalmente ‘evolucionen’ en acuerdo a sus propias dinámicas.  La cabeza de cada institución se corta cada siete años, sus músculos y pieles son remplazados por otros sin tener idea con respecto a la harmonía interna de la misma; la meritocracia es echada por la borda por el nepotismo, año tras año, década tras década.

    Los beneficios del cambio de esta cultura institucional son multiples

    1) Generara una cultura de dinamismo politico

    La cultura del patronazgo inevitablemente crea una sociedad dócil, ausente de innovación e ímpetu propio; se le corta las alas e iniciativa a los individuos para que el ‘jefe mayor’ domine toda la respectiva esfera.  Si tu plaza depende de con quien te asocias, la iniciativa individual es opacada porque en énfasis de atención se desvirtúa desde el mundo exterior hacia las dinámicas sociales internas a la institución o el partido.  En vez de buscar nuevas maneras de hacer cosas, o inventar nuevos objetos, el énfasis se torna siempre al enfoque sobre la identificación de los individuos con poder, debido que estos son los quienes mas afectaran su futura prosperidad económica.  Uno complace para luego ser premiado, como los perros cachorros de Pavlov. 

    2) Fomentara la innovación intelectual y cultural

    Los estudios de Jack Goody sobre las culturas orales y de imprenta observa la dependencia intelectual formada en la primera.  El maestro se convierte en el dictador de la verdad, debido la relación emocional que se desarrolla mediante la educación.  Por contraste, la lectura ‘de papel’ permite que cualquier reclamo u opinion pueda ser verificada  contra lo que previamente se había escrito.  Por ejemplo, si el maestro dice que la Guerra Hispanoamericana ocurrió en 1790, podemos consultar los libros que nos indican el error.    La dinámica del patronazgo fomenta una dinámica parecida, al convertir los San Pedros laborales en tiranos económicos, forzando acciones a cambio de prebendas económicas. Esta ampliamente comprobado por la sociología que actores económicos independientes son mucho mas propensos a expresar sus honestas opiniones, que fomenta la riqueza del dialogo publico.

    3) Ayudara a crear la movilidad social 

    Al cortar los lazos del patronazgo, inmediatamente se cortan los factores de decisiones publicas arbitrarias e sin genuino ‘racionamiento’ alguno.  Plazas de trabajo, que antes se difundían solamente en cuartos oscuros, ahora son públicamente ubicadas para que todas las puedan ver.  Este ’sacar de la oscuridad a la luz publica’ de por si es un ejercicio se salubridad y bienestar social, debido que fuerza a las instituciones a tener que exponer públicamente los criterios de contratación clara y contundentemente.  Inevitablemente, esto genera una ardua competencia, que beneficia la institución a la larga porque amplia la gama de candidatos disponibles.  En vez de escoger al primo de fulano de mengano, que dios sabe si tiene competencia alguna en el campo, se puede palpar muy contundentemente el candidato de mayor habilidad, conocimiento y destreza.  Al momento, los procesos socioeconómicos son los opuesto de lo que deberían de ser.

    4) Fomenta el ‘rule of law’

    Del ejemplo previamente utilizado, notamos que al traer las cosas al foro public fomenta las discusión racionales sobre estos. (No que las discusiones publicas siempre sean racionales, porque obviamente no lo son, sino que argumentos públicos naturalmente se exponen a contra-arugmentos igualmente públicos, elevando la calidad de la discusión publica.  En vez de estas basarse en la chismería, ataques de reputación, o insinuaciones indebidas para derrocar un oponente, el enfoque inmediatamente cambia de las personas a lot temas.  También, como dijimos previamente, al no tener lazos de dependencia económica, las personas se sentirán mas libres para expresar lo que genuinamente piensan, enriqueciendo el debate politico al hacerlo mas ‘autentico’.

    Existen tantas las razones para eliminar el patronazgo, que estaríamos aquí varias horas escribiendo.  Proveeré un ultimo ejemplo y un contra-argumento para ver si los puedo convencer.

    Siempre lo he encontrado curioso la casi total ausencia de letreros en las calles puertorriqueñas, pero es quizás la mejor señal como tal de la cultura del patronazgo.  Una cultura ‘mercantil’, dinámica en su actividad económica, NUNCA permitiría que los letreros fuesen removidos porque afectaría la obtención de bienes y servicios en una sociedad.  Si uno selecciona objetivamente el mejor negocio, ‘a ciegas’, uno también se dirige a ese negocio ‘a ciegas’—con la ayuda del letrero.  Pero, es solamente en una sociedad donde el patronazgo prevalece donde carecerían todos los letreros, sin queja alguna de su población debido la ausencia de ‘objetividad’ en los procesos economics de la isla. Debido que solamente se socializa e inter-actua ‘con los tuyos’, todos circula en ambientes ya conocidos e ‘internos’ al grupo.  Lo de afuera se mira con suspicacia, y solamente bajo casos raros se ‘toca’.

    Podemos señalar un contra argumento, básicamente consistiendo de la vieja noción que sin la intervención de la mano humana externa, la sociedad puertorriqueña terminara en chaos.  “Si piensan que las cosas están malas, se podrán mucho peor”, argumentara nuestro amigo el tradicionalista.

    Extrañamente, pensara usted, estamos en acuerdo.  

    Bajos las circunstancias tal y como están, no puede haber duda que resultara en la amplificación de nuestros peores vicios y tendencias.  No obstante, noten una cosa—una importante dinámica social.  Ante un ambiente donde la competencia genuinamente rige, ‘el malo’ no tiene oportunidad de ser ‘malo’ debido que terminaría en el fondo de la economía.  Ante una genuina competencia económica, uno tiene que ser los mas posiblemente activo, aprendiendo nuevas cosas, para que no le quiten el guiso.  Es solamente en ausencia de la genuina competencia económica, que se fomenta las circunstancias que reducen presiones sociales, fomentando el ocio que es tan central al crimen.  Cuando el costo de la ‘vagancia’ es zero, el criminal tiene espacio para estudiar y planificar sus crímenes.

    En fin, se tiene que dejar que el ‘motor social’ corra por su propia cuenta—algo como primero aprender a correr una bicicleta.  La bicicleta se mantiene en posición vertical solamente cuando las ruedas están rodando (física 101). Semejantemente, tenemos que dejar las instituciones sociales corran por su propia cuenta, dejándolas a sus propias dinámicas.  Esto resultara no tanto en la fortaleza de dichas instituciones, pero en la felicidad de todo puertorriqueño.