Marihuana NO*

    Es tan tedioso tener que entrar en estos triviales debates--debates quizas tan errados como el crudo totalitarismo de Ignacio Rivera (RadioIsla 1320), pero son debates no obstante en los cuales uno tiene que entrar por tan erradas posturas que uno escucha.   La idea que Puerto Rico debería de 'despenalizar' el uso de la marihuana es errada por un sinnúmero de razones. Es, como el fisico Wolfgang Pauli dijo una vez--es una pregunta tan equivocada que ni tan siquiera esta errada. ("This paper is so bad it is not even wrong.")

    Si nos fijamos, la idea es un tipo de internalizacion de los esquemas de valores por el colonizado de su colonizador, aunque no sea aparente a primera instancia. Digo esto porque el auge de la droga aumento en Estados Unidos durante su cúspide económica en su historia--eso de 1960 cuando genuinamente era la nación mas rica del mundo luego de la Segunda Guerra Mundial.  El impacto social y/o económico del uso de la droga no fue directo a esa nación precisamente porque era tan grande y poderosa; podía darse el lujo que uno que otro de sus ciudadanos se fueran por la borda en un eterno viaje fantasioso, que restaba mucho de su actual productividad en esa economía porque genuinamente no lo necesitaba. 

    Obviamente las circunstancias en Puerto Rico no podrían ser mas diferentes, aunque hemos de notar que las circunstancias económicas de Estados Unidos han cambiado radicalmente en los últimos 50 años--lo que sugiere cuan dañina se ha convertido esta postura en California.  A pesar del actual 'estatus' económico de Puerto Rico (alegadamente la mas prospera del caribe), su economía es una ficticia al borde de la quiebra; como se dice poro ahí, San Juan esta casi destinado a convertirse en el próximo Detroit.  Ante esta situación, lo menos que la isla necesita son drogas que negativamente afecten el desarrollo y pleno desenvolvimiento de sus ciudadanos.   Todo lo contrario, obviamente.

    Es quizás bien fácil para senadores que hacen poco por los $100,000 que se les paga anualmente hablar sobre un tema tan serio; la marihuana constituye un tipo de llamado al desorden, de 'hacer normal' lo que es dañino al cuerpo y el alma, para que la juventud no tenga duda alguna si debería de siquiera tratar la droga.  Las señales publicas--esas normas implícitas--crean el contexto de muchas de las decisiones de nuestros jóvenes que, por carecer de experiencia y educación, son tan susceptibles a estas.

    Cuando vivi en Texas, personalmente presencie el dañino efecto que tiene la marijuana en los individuos, y quizas es lo que mas me mueve a este testamento.  Algunos eran buenos amigos--panas del alma--que se viciaron tanto en la droga, que sufrieron una severa perdida de habilidad cognitiva.   (Lo se porque los conocíantes de su uso intenso de la droga, y después de dicho uso.)  Buenas personas con genuinos intereses en los temas filosóficos mas profundamente de las humanidades se vieron perdidos en los humos de la marijuana para nunca regresar.  Aun hoy, en esas raras ocasiones cuando hablamos, puedo ver el trágico resultado de su uso: una pobre memoria, mal juicio, etc.  De tan solo pensar en lo que pudieron haberse convertido.

    Pero hay dos casos en particular que me fueron los mas chocantes--no porque habían sido íntimos amistades (no lo eran), sino por el gran potencial que obviamente tenían estos individuos.  Para alguien que aprecia las buenas e innovadores ideas, sus mentes eran joyas de las mas finas--casi predestinadas a grandes logros en las ciencias y las tecnologías por su enorme habilidad cognitiva.  Uno de estos había sido la persona mas inteligente que genuinamente he conocido en mi vida; aun cuando perdía en nuestros juegos de ajedrez era un genuino placer observar el desarrollo de sus inigualables tácticas.  Siendo aceptado a MIT para un programa en la física, no pudo costear los gastos y termino en una universidad menor de aquel estado.  El mal entendido por su comunidad ('rednecks') dio que este pequeño "Newton" entrara en el mundo de las drogas, dandose de baja de lo que hubiera sido su mas alto logro en la vida.  La ultima vez que me tope con el, estaba viviendo como cuasi vagabundo, mudandose de familia en familia quien lo adoptara.

    Otro caso, es igualmente de lamentable. Entrando a la universidad en la carrera de ingeniero civil y deportista, sufrió una serie de lesiones al tobillo y las rodillas tan severas que lo removieron permanentemente del deporte.  Quizas careciendo de un interes secundario de igual o mayor magnitud, su uso de la marijuana se agudizo, dando trágicamente que entrara  de fondo en el sordido mundo de las drogas--un ejemplo concreto en contra de la alegación que acabo de escuchar en un show radial alegando que 'cientificamente' se ha probado que la marijuana no esta ligada con la drogadicción mas seria. (¿Que mas puedes esperar de un abogado criminalista?)  Como en el previo ejemplo, tope inesperadamente con este joven de tanta promesa cuando iba un dia a Barton Springs años luego de haberlo conocido.  Lo encontre parado mirando al aire hablando incoherentemente, en lo que claramente era una de las perdidas mas grandes-tanto a su persona y familia como a su sociedad, lo que hizo que se me cayera el corazón al suelo.  Tanta promesa, tan trivialmente malgastada.

    El argumento mas fuerte en contra de la marihuana ('despenalizacion', 'legalización', 'medicalizacion') es que como sociedad, no podemos permitir que jóvenes con futuros prometedores caigan en el horrible vicio de las drogas--un vicio tan fácilmente propulsado por su primera interacción con una 'inocente' droga como la marihuana de tan 'poca consecuencia' (Pedreria).  Los propulsores de la medida legislativa no se han topado cara a cara con las consecuencias de la droga: presenciar la pérdida de  buenas vidas y mentes ante tan innocuo y silencioso enemigo.  Es fácil que nuevos senadores (Nadal, Baez Rivera) de familias pudientes hayan tenido sus juegos de 'no inhale' a la Bill Clinton, bien sabiendo que sus familias siempre los pudiesen salvar de caer en la drogadicción. Pero no todos los jóvenes inteligentes vienen de familias pudientes o de influencia política, y en ausencia de fuertes redes sociales, fácilmente pueden caer en el abismo del uso de las drogas. 

    Primero la marihuana, luego la metanfetamina, seguido por drogas escalonadas en sus efectos scicotróopicos: heroína, cocaína, etc.  El cuento ya es bien sabido.  Es una pregunta que, de por el mero hecho de estarla discutiendo, malgasta nuestras energías y esfuerzos de otras acciones mas productivas al común bienestar.

    Por favor.  A movernos a temas mas importantes y dejen de estar malgastando el valioso tiempo de sus ciudadanos en sandeces.