Poniendole un fin a la corrupción en Puerto Rico

    Es algo difícil escribir este editorial.  No por dificultad en verbalizar una opinion pero simplemente por la incredulidad sobre las cosas que ocurren en Puerto Rico.  Es como si la illogica fuese el estado perpetuo de ser nacional, caracterizada por la arbitrariedad de importantes asuntos públicos o derechos ajenos, y sobre la basica falta del mas minimo sentido común al lidiar con sus problemas.   Me refiero, por supuesto, a los casos de COSSEC y de Victor Fajardo.

    El caso de Victor Fajardo es bien conocido por todos.  Sirviendo como Secretario de Educación durante la administración de Pedro Rosselló, Fajardo se sirvió con la cuchara grande robandose para si mismo y el Partido Nuevo Progresista (PNP) millones de dólares.  Solamente en su caja fuerte personal, se encontró un bache de $4 millones de dólares.   Lo que sorprende del caso es que fue anunciado hoy que este devenga un fondo de retiro de unos $6,400 mensuales o aproximadamente unos $80,000 anuales.  Aunque la noticia puso énfasis sobre el hecho que solamente aportara $2,500, sirve casi como una distracción al problema principal.

    Si uno quiere ponerle fin a al corrupción gubernamental, se tiene que pasar una ley (posiblemente una enmienda constitucional) pautando que el culpable no podrá devengar ingreso alguno del gobierno puertorriqueño por el resto de su vida natural.  Incluso, cualquier propiedades que fueron obtenidas durante el periodo de sus funciones oficiales--sean estas  automóviles, hogares, o acciones bursátiles-- tendrán que ser capturadas por el gobierno, sin derecho alguno a restitución.  Si no se eleva el costo de la corrupción gubernamental en Puerto Rico, simplemente seguirá ocurriendo.

    De hecho, el caso de Fajardo es tan nocivo que se tiene que hacer el ejemplo mas publico para aquellos oficiales públicos que violentan la confianza que se les ha puesto sobre ellos, específicamente en el caso de la Educación.  No digo esto por vano llamado a 'piensa en los niños'.  Aunque es una consideración, no es la de mayor importancia.  La profunda herida casada por Victor Fajardo se debe precisamente al hecho que el PRIMORDIAL instrumento que Puerto Rico tiene para el desarrollo económico es la educación.  Cualquier menoscabo que ocurre al desarrollo del capital humano de Puerto Rico tiene que ser definida como un atentado directo a la supervivencia de la isla como un ente socio-politico.  La mera noción que Victor Fajardo deberá de devengar ingreso alguno de Puerto Rico tiene que ser vista como un crimen contra la humanidad puertorriqueña.

    El caso de COSSEC, y el atentado por el legislador Connie Varela, raya igualmente sobre la sensibilidad de cualquier persona decente.  Es una vez mas al retorno del periodo medieval que dio luz a la "Leyenda Negra" española.  Me refiero aqui, por supuesto, a la confiscación arbitraria de fondos privados por parte del ente gubernamental. 

    El representante Varela del Partido Popular Democratico (PPD), quien intento asumir la alcaldía de Caguas luego del fallecimiento sospechoso de su alcalde Willie Miranda Marin, ahora esta pretendiendo modificar la junta de directores para remover casi por completo la representatividad de los cooperativistas--las personas a las caules todos los fondos en las cooperativas actualmente pertenecen.  Esto raya de tal grado de atropello financiero, que es casi cierto que uno que otro banquero tiene que estar participando en el intentado atropello.  Quizas deberíamos de preguntarle a Richard Carrion.

    Poco antes de que se privatizara la Telefónica de Puerto Rico, una de las cosas mas curiosas ver fue la participación de líderes bancarios en las Juntas de Gobierno de la Telefónica.

    La legislatura que el Sr. Varela esta intentando pasar inequivocamente es un intentado de confiscación arbitraria, como han señalado los representantes cooperativistas, con olor a eso de un 'hostile takeover' del mundo corporativo.  Poniendo todo lo que el papel aguanta, sea esto o no consono con los principios mas básicos de la ley o de los derechos civiles,  Varela, como Victor Fajardo, violenta todas las responsabilidades y deberes sobre los cuales se le ha confiado al pretender ser un 'representante del pueblo'.  (Particularmente es el caso en la Camara de Representantes, en comparación con el Senado quien fingen un estatus mas 'elevado' y menos directamente relacionado al pueblo comun.)

    Afortunadamente, en el caso de COSSEC el crimen no ha ocurrido todavia. Pero, ciertamente surge el caso la pregunta si sanciones parecidas a la de Fajardo debería de ser aplicadas a Varela.