Reacción al PLAN PROMESA (Carta 18 de enero de 2018)
La carta publica enviada de la Junta PROMESA (Carrion et al.) al Gobernador Ricardo Rossello del 18 de enero del 2017 intenta de establecer un plan de reestructuración del gobierno de puerto rico para el repago de su deuda. Es bastante obvio que esta diseñado principalmente para satisfacer lo bonistas, y por ende los comentarios aquí emitidos.
1) Aumento de gastos en tecnología
Créanlo o no, mediante su énfasis en ‘capital efficiency’ o ‘eficiencia capital’ (pagina 7), básicamente esta recomendando que se gaste mucho dinero en tecnología. La calidad de la infraestructura de la isla resta en 5.0 or el World Economic Forum. Este punto en particular no hace sentido alguno. Como demuestra la “Ley de Jipp”, gastos en infraestructura siempre son proporcionales a la economía de un país, demostrando un patron bastante contundente.
2) Vaga ‘reforma energetica’.
Aunque halagamos la noción que incorporarían una reforma energética (pagina 7)—algo que aquí en ICTAL llevamos insistiendo por mas de 1 década—no esta exactamente claro a lo que se refiere. ¿Se refiere a energía sustentable (energía solar, cuyos costos van en drástica caída?) o en la energía fossil, creando otra dependencia mas con respecto a los fósiles externos (en este caso el gas ‘fracking’ de Estados Unidos’). Es obvio que la isla necesita lo solar, y no el ‘gas’ al estar situada en los trópicos.
3) Reducción en el tamaño de la UPR
No me explico porque no vienen y lo dicen abiertamente. El uso del termino ‘right sizing’ es esencialmente el despido de empleados de la UPR. (pagina 6) Esta medida en particular no hace sentido alguno porque el ingreso de la universidad es proporcional al del estado, siendo una cifra porcentual del presupuesto. Igualmente, uno de los mayores cambio en porciento es en este renglón: de un 27%, aunque el ahorro seria ‘solamente’ de $300 millones.
4) Subsidio de industria privada por los pensionados
Me es algo incrédulo que la Junta recomiende la inversion de fondos de retiro en las ‘alianzas publico-privadas’, que de facto resulta en un subsidio a la industria privada. No hace sentido a varios niveles, el principal siendo que no esta dando a una nueva inversion de capital EXTERNO, sino meramente una transferencia de capital publico al privado. Es decir, los pensionados estarían subsidiando una transformación económica del gobierno de puerto rico desde entidades publicas a privadas—algo del cual estoy bastante seguro la mayoría de los envejecientes no apoyaría de serles preguntados directamente. Un cambio de administración de los fondos publicos de los pensionados no constituye una 'inversion de capital externo'.
En conclusion, algunos aspectos del plan no estaban mal—en particular las secciones de impuestos, tamaño gubernamental, al igual que gastos medicos. Aunque es lamentable que gran numero de las sugerencias son sumamente vagas, hemos de señalar que reducción solamente en los gastos medicos daría a un ahorro de $1B. (Sin duda, hay que notar los cambios a Medicare etc).
Pero quizás lo mas triste del plan es que su espíritu esta muy distante del plan de rescate de Detroit. De acuerdo al documento, ninguna renegociación de la deuda puede hacerse sin el consentimiento de la Junta PROMESA. Aunque esto no es mala idea—que podría servir para ciertamente pegarle duro a la corrupción que drena las arcas publica—es lamentable que el efecto neto del plan es (una vez más) la privatización del gobierno de Puerto Rico.
De ser realizado, esperen solamente para las contundentes quejas de la ciudadanía de como dichas APP le roban los pocos chavos al pueblo—justo como esta haciendo AutoExpreso al momento: la misma APP que llevo la Autoridad de Carreteras a un prestamo de $2 billones y la casi-bancarrota del Banco Gubernamental.