Sobre el fallecimiento del periódico "San Juan Star"*

    La muerte de Art Buchwald hace un años atrás quizás presajiaba de lo que iba a estar pasando en los medios periodísticos en Puerto Rico.  Esta semana, en una muy pequeña caja noticiosa, se anunció la quiebra del periódico El San Juan Star--único ganador en un Premio Pulitzer en la isla. No se discutió a profundidad esta noticia en su 'rival' El Nuevo Día, quizás porque era obvio que su fallecimiento lo beneficiaba al reducir el mercado y aumentar su 'monopolismo'.   Pero, lejos de lo que muchos creerían, el hecho que el San Juan Star, en contraste con el Día, era un periódico fundamentalmente 'anglosajón' al estar escrito en ingles, no necesariamente lo hacia "Republicano" o conservador.  (El Nuevo Día es mucho más conservador de lo que aparenta o de lo que uno asumiría por su lengua franca castellana.)  Los editoriales de Buchwald, humorista social, Anthony Lewis, sabio comentarista político, o Manny Suárez, periodista critico del ámbito local, llenaba sus paginas con perspectivas que simplemente no podían ser encontradas en los demás periódicos locales en los años ochenta y noventa.  "No creas todo lo que ves y busca la justicia comun", nos decían estos autores.

    Sin duda, el San Juan Star era algo de un anomalía.  Muchas veces abrogaba por una postura estadista, lo que encontraba particularmente extraño porque, de hacerse realidad, una de las primeras casualidades hubiese sido el mismo periódico.  Al convertirse Puerto Rico en estado (de Estados Unidos), hubiese significado la abrumadora presencia de compañías periodísticas mucho más grandes y poderosas, quienes ciertamente hubiesen arrasado con el San Juan Star.  Su llamada a la estadida era, de una manera sumamente paradójica, un llamado a una auto-infligida herida mortal.  Por lo tanto, me imagino que al fin de cabo, el Star era un "labor of love" (esfuerzo de amor)--un tierno fenómeno anómalo que todo el mundo amaba pero nadie quería.  (Era algo caro comprar el Star, y por lo tanto personalmente lo compraba erráticamente.)   Aunque me habían contado, como todo chisme de pasillo, que 'las cosas no iban bien' con el periódico, me imaginaba que eso quizás eran típicas quejas de la profesión.  Los periodistas hacen de la queja (valida o no) el pan de su diario vivir.  Cuan equivoco estuve con respecto a su fallido estado económico.  

    No obstante, podríamos observar que el internet logró algo que la estadidad hubiese hecho de haber sido establecida--crear medios alternos de noticias, comentarios y tiradas que rivalizaban al Star.  El internet unió de facto a Puerto Rico con Estados Unidos (y el resto del mundo) al nivel periodístico, así presagiando procesos que solo hubiesen ocurrido de un drástico cambio político (esadidad) en ausencia de este (el internet).  Irónicamente, el Star en un punto también empezó a comprar noticias científicas pre-empaquetadas de Estados Unidos, inconscientemente contribuyendo así a su fin.  Después de todo, es mucho más fácil, rápido, y eficiente obtener noticias a través del internet que tener que comprar un periódico costoso y pesado, el cual ibas a tener que tomar tiempo para botar su residuo.  Lamentablemente, el San Juan Star nunca se aprovechó de la oportunidad que brindaba el interent; nunca abrió sus puertas para que el resto del mundo lo leyera.   El Star mantuvo un paradigma noticioso viejo: si quieres las noticias, tendrás que comprarlas. Su portal solamente se definió como un vehículo para la venta de su formato 'duro', confundiendo así la tinta por la información.   En el nuevo mundo informacional del interent, las noticias adquieren nuevos rasgos y características.  La muerte del periódico marca el fin de una era, y el comienzo de una nueva.

    Que descanses en paz, San Juan Star.  Les deseamos a su personal el más profundo pésame y sinceras condolencias.