Una respuesta a Rafael Hernandez Colon (PPD)

Luego de la perdida del PPD en las elecciones recientes—específicamente la perdida de David Bernier—Rafael Hernandez Colon hizo un llamado a ‘reconstruir el partido’.  Sin hacer comentario alguno sobre la expectativa de RHC que el PPD debería de haber ganado por mero hecho de su existencia, su reclamo me da la imagen de un doctor que reclama ‘hay que salvar el paciente’, mientras que salpica el cuerpo con multiples cuchilladas. Mientras que el doctor finge salvar el paciente, sus actos lo llevan precisamente a su fallecimiento.

La formación del Partido Popular a mitad del siglo veinte estuvo cercanamente ligado con un programa de ‘falsa industrialización’.  En vez de optar por la ruta establecida por Rexford Tugwell de una industrialización autónoma, el PPD opto por la ruta mas fácil pero menos efectiva a largo plazo: industrialización por invitación.  Descartando las pocas industrias autonomías que el gobierno había establecido—concreto, papel, vidrio etc,—Fomento bajo Teodoro Moscoso optaron por incentivos de impuestos para que multiples industrias vinieran a Puerto Rico.  

El problema con esta política fue simplemente que fue demasiadamente simplista, olvidándose en el proceso la necesidad de establecer fuentes de crecimiento económico autóctono.  La insistencia sobre este modelo de desarrollo por dependencia, que sin duda dio a un rápido ‘crecimiento económico’ entre 1950 y 1970, fue continuado bajo siguientes administraciones.  En el interino, perdieron de vista lo que era lo mejor para el país a largo plazo.

La ‘industrialización por invitación, pareció un ‘sueño mágico’, pero como todo en la vida, nada es de gratis.  En el interino, Puerto Rico degrado severamente su autonomía política.

La industrialización por invitación ha dado un debilitamiento severo a la autonomía política de Puerto Rico. Corporaciones multinacionales ejercen una continua influencia sobre la politice puertorriqueña en el trasfondo, y en multiples otras instituciones (como las universitarias).  Después de todo, uno no va a arriesgar inversiones multimillonarias por procesos politicos inciertos e arbitrarios; la influencia corporativa se hace sentir ‘calladamente’ en el trasfondo. (Ningún politico la va a decir a usted que es lacayo de una corporación, porque perdería su influencia publica.)  Tal es la influencia, que uno se tiene que dar cuenta que las dinámicas que ocurren en el Medio Oeste—con tantos trillones de dólares de petróleo en question—operan a ordenes de magnitud mayor en su influencia política.

¿Habra sido esto a lo que se refería Sila Maria Calderón cuando señalo que Puerto Rico estaba ‘bajo ataque’ hace unos años atrás? 

Si el liderato del Partido Popular Democrático quiere genuinamente transformar a su partido, va a tener que eliminar por completo su dependencia en ‘dinero externo’ de corporaciones multinacionales, haciendo un giro de 180 grados para dirigir el país hacia la ruta de la genuina autonomía económico.

Pero lo veo muy difícil que ocurra debido en parte porque va en contra ‘de natura’ de dicho partido y la relaciones de dependencia que se han formado durante el ultimo medio siglo.

El fenómeno posiblemente también explique la total ausencia del campo de la historia de la ciencia y tecnología en todas las instituciones universitarias del pais-a pesar que un sinnúmero de tales historiadores han pasado por sus pasillos como un venir y salir de aire.