Otra cosa que se perdió luego del Hur. Maria: la sombra


por Rodrigo Fernós


Como todos sabemos, unas de las casualidades mas predominantes del Huracán Maria fueron los arboles. Miles y, me atrevo decir, millones de arboles fueron afectados por Maria, como si una candente mano de Dios hubiese rozado la tierra. Como comúnmente vemos bajo la ‘ley de naturaleza’, los arboles débiles fueron los primeros en irse- aquellos llenos de comejen que meramente reflejaba la madera vieja de estos.[1]  Arboles grandes, que fácilmente me imagino pesaban en el orden de toneladas, cayeron al piso como si fuesen pequeños palillos de diente.  Aunque las hojas han empezado a regresar, enormes espacios vacíos ocupan lugares antes habitados por  pequeños ecosistemas.

El resultado de todo esto es bastante obvio: no hay tanta sombra como había antes.

Caminando por el recinto de Rio Piedras de la Universidad de Puerto Rico, la diferencia es palpable. Hay una ruta que tomaba para moverme entre la Biblioteca Lazaro y la Biblioteca de Leyes, cruzando cercano al cuadrante de Ciencias Sociales, lleno de arboles y, por ende cubierto de sombra. La abundancia de estos bajaban la temperatura, haciendo el camino uno placentero a tomar.  En varias ocasiones observe actividad de vida silvestre que jamas tuve la oportunidad de presenciar en la Universidad de Texas: guaraguaos persiguiendo a uno que otro pájaro del area.

Cuando uno cruza la misma ruta, ahora se siente casi como un viaje por el Desierto del Sahara. El candente sol combinado con la humedad crean una sensación de estar caminando dentro de un horno, debido que gran parte de los arboles que daban protección solar, ahora recuestan sobre el piso del estacionamiento de Lazaro.  Tal es la fuerza del sol que yo me vi forzado a tener que usar sombrilla mientras caminaba—algo que tuvo que haber causado alguna risa de uno que otro estudiante. (Los hábitos culturales son lentos en cambiar ante diferentes realidades.)

Lejos de llegar a la equivocada conclusion de que ‘no deberíamos de sembrar arboles porque serán los primeros en caer’, tenemos que darle mas importancia aun a los arboles que tanta protección invisible y de gratis nos proveían. Son precisamente los arboles que también absorben los gases de invernadero (dióxido de carbono), que están creando los peores huracanes del mundo, debido a las elevadas temperaturas. 

Es decir, deberíamos de sembrar doble la cantidad de arboles que se cayeron, y darle mayores protecciones legales para el bien de toda la comunidad.


NOTAS

1. EL ecologista Alexis Molinaris señaló que no se requiere insecticida para remover el comejen; estos se pueden tratar facilmente con la remocion de madera podrida/vieja del arbol.