Hacia un sistema de electricidad viable en el Puerto Rico del siglo XXI

    "No hay mal que por bien no venga", va el tradicional refrán puertorriqueño.  Ciertamente, estos últimos meses han sido tumultuosos, particularmente en el sistema de electricidad isleño.  El precio de la luz aumento por mas de la mitad, dando a que los clientes pusieran el grito al cielo, dando eventualmente a la salida de Miguel Cordero como director de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).  Por si no fuera todo, hay rumores que Cordero actualmente quería renunciar mas tempranamente, debido que el proyecto del Gasoducto se había convertido en un elefante blanco con tantos cambios y modificaciones que había cesado de ser financieramente viable hace un buen rato.  Pero…

    No hay mal que por bien no venga.  Si usted pensó que el aumento fue severo, considerelo una segunda vez.  

    El sistema eléctrico puertorriqueño depende casi exclusivamente del petróleo, un fósil no-renovable que esta a punto de aumentar en precio por múltiples factores.  No es tan fácil como 'hay menos petróleo', aunque ciertamente eso es un factor bien conocido por un largo rato.   El hecho es que el asenso económico de la China, en la cual millones de chinos están probando el gustito de entrar a la 'clase media', como en la India, están creando una insaciable demanda por el crudo.  Recordemos que las costosas guerras de Estados Unidos, al igual que su reubicación de centros de manufactura tanto en la China como en la India, ha gravemente reducido su poder económico, creando un vacío rellenado por otros titanes económicos.  Si usted pensó que el aumento fue severo, considerelo una segunda vez.

    Por lo tanto, aun si se argumenta erróneamente que 'todavía queda crudo (petróleo)', el hecho es que cambios en la esfera económica internacional van a crear una constante y ineludible presión hacia un alza en los precios de gasolina durante el próximo siglo.   Y es este factor, tanto como la inevitable reducción global de reservas de petróleo, que básicamente hace nuestro sistema de electricidad uno no-viable, independientemente si existe una sobre capacidad de producción en la isla.[1]  

    Por lo tanto, hay que drásticamente cambiar el sistema de electricidad para atemperarlo con las nuevas realidades del siglo XXI.  He aquí donde se expone la siguiente propuesta: la "descentralización coordinada" del sistema eléctrico puertorriqueño mediante la instalación por la AEE de paneles solares en todos los techos de estructuras arquitectónicas, tanto residencial como comercial.

    En contraste con el estilo arquitectónico estadounidense, típicamente diseñado para lidiar con el frío clima del invierno, la gran mayoría de las estructuras arquitectónicas tienen techos planos.  Las casas son enormes cajas de cemento, material nativo a la isla.  Semejantemente, tal como aprovechamos nuestros recursos naturales (los compuestos del cemento), los techos de todos estas estructuras generan sitios idóneos para la instalación de una segunda red eléctrica superimpuesta sobre la que tenemos  ahora mismo.

    Una ventaja macrosocial de este planteamiento, es que la concentración de producción de electricidad se dará en los mismos lugares donde existe la concentración de demanda por dicha electricidad.  Por ejemplo, mientras mas viviendas por milla cuadrada existan, mayor el numero de paneles solares que puedan abastecer dicha demanda 'a paridad' (por cada unidad de consumo habrá una consecuente unidad de producción).  En una zona rural, donde no se requieran tanta electricidad, habrá menos producción, y por lo tanto menos perdidas en la distribución de electricidad que típicamente se da mediante un sistema eléctrico centralizado, como el que tenemos ahora mismo. (El calentamiento de las lineas de transmisión genera pérdidas de electricidad en todo el sistema eléctrico).  Igualmente, condicionamos nuestro esquema a la ausencia de baterías en el mismo, que generaría una enorme deficiencia en dicho sistema.

    Se pueden hacer tres argumentos en contra del sistema propuesto, al cual responderemos:

1) Derechos de propiedad.

        El techo le pertenece a un propietario del hogar o del 

centro comercial.

2) Inversion en sistema existent    

El sistema existente ya tiene una inversión enorme, a la cual ha sido proyectada su costo a largo plazo, con pagos consecuentes a bonistas que serán afectados por la misma

3) Sistemas alternos de energia renovable

 Existen otros sistemas de energía renovable que no están siendo considerados en su esquema.

    El argumento mas fuerte en contra de la propuesta es el segundo, al cual responderemos primero.

    Si vamos a querer modificar el sistema eléctrico, las tazas de ingreso en Puerto Rico claramente indica que el ciudadano 'común y corriente' no ha a poder hacerlo, de quererlo, debido su bajo ingreso.  Aproximadamente la mitad de los puertorriqueños son pobres, y si carecen de los medios para pagar un aumento de $40 en su cuota de luz, mucho menos van a poder instalar un sistema de energía solar a un costo de $40,000.  El que va a tener que cambiar el sistema eléctrico va a tener que ser la Autoridad de Energía Eléctrica, no el consumidor común y corriente.

    Pero, hiendo al argumento principal, aunque se hayan generado bonos para el sistema actual, hay mecanismos financieros desarrollados en otras industrias que fácilmente podrían ser adaptados al sistema de electricidad en la isla.  

    Mientras que la industria de energía eléctrica ha tendido ser caracterizada por cambios tecnológicos sumamente lentos, la industria de telecomunicaciones durante los últimos cuarenta años han tenido que ajustarse a las nuevas realidades de rápido cambio tecnológico, en el proceso creando dichos nuevos instrumentos financiero. Por ejemplo, previamente, las oficinas centrales duraban 40 años, análogas a las plantas generatrices y sistemas de distribución eléctrico.  Con la llegada del microprocesador a la industria, rápidamente disminuyo a un periodo de 10 años, inicialmente generando preocupación de como lidiar con plantas 'obsoletas'.  Como cualquier fulano de mengano que utilice un teléfono celular podrá observar, el problema financiero fue resuelto en la industria.

    No entrare en los complejos detalles, pero solo quería hacerle saber que dichos instrumentos financieros existen y que estos podrían ser atemperados a un drástico cambio en la industria de electricidad en Puerto Rico.

    La segunda critica--los techos pertenecen a dueños de hogar--es igualmente seria, generando un problema legal a la implantación del sistema sugerido.  

    Cuando confrontado con una real crisis de vida o muerte, como destaco el jurista Oliver Wendel Holmes, el estado tiene todo el derecho de tomar la acción que opine ser necesaria para preservar la existencia o viabilidad de la sociedad la cual esta diseñada a proteger.  Los estados tiene el derecho de conscripción, tanto como de 'eminent domain', el cual le da poderes de tomar posesión de territorios privados para construir entidades be mutuo beneficio a todos--como carreteras.  

    Un caso semejante podría hacerse con respecto a los techos de todos lo hogares en Puerto Rico, pero claramente generaría graves preocupaciones de derecho civil, que claramente tendría que ser acompañado por enmiendas a la constitución para preservar derechos inviolables de los ciudadanos en nuestra comunidad.  Es claro que pueden suscitar varias circunstancias preocupantes.  Después de todo, ¿si el estado adquiere control del techo de las casas, quien determina el acceso a dicho techo, al igual que su cuido?  Es claro que muy claras normas y estipulaciones legales tendrían que ser enmendadas a dicha legislación.

    Por otro lado, de implantar los paneles solares en las casas, el estado podría preocuparse sobre la integridad de dichos paneles.  En el momento actual, las lineas de transmisión que cruzan por las vías publicas tienden a no ser alteradas por terceros simplemente por el peligro inminente que implicaría bregar con las mismas. (No que no prevenga algún idiota de vez en cuando en hacerse el listo, constandole la vida.)  No obstante, en el caso del hogar, es claro que existiría un interés común entre la AEE y el dueño del hogar debido que la existencia de dichos paneles solares reducirían su gasto mensual, al igual que le proveería un sistema de electricidad cuando el petróleo se dispare por las nubes.  De sufrir algún daño el sistema en el techo de su casa, el residente vería su cuenta de luz aumentada, por lo tanto tendría un incentivo natural en que dicho panel fuesen arreglados lo mas pronto posible.

    De forma parecida, de haber cambios en la tecnología de los paneles solares, podría darse la situación en el cual el residente quiera por su propia cuenta instalar nuevos sistemas, para que aumente su abasto de electricidad o inversamente, se reduzca su cuenta aun mas.  Es claro que, al ser dueño principal de su residencia y techo, este tendría todo el derecho de mejorar la tecnología que fue utilizada por la AEE--lo cual requeriría una coordinación entra ambos, como se da regularmente todos los días en la actualidad entre la Autoridad y los residentes a quienes sirven.

    Finalmente, llegamos a la tercera objeción: la consideración de sistemas de energia alternos.

    Cualquier persona que habrá atendido las importantes conferencias realizadas por ACEER (Alianza Ciudadana para la Energía Renovable), uno sabrá que la energía solar no es la única energía renovable que existe.  Hay de viento, marea, ola, y de aguas profundas, entre muchos otros.  Actualmente se están realizando pruebas al norte de Irlanda sobre nuevos sistemas utilizando las mareas.  Lo cierto es que el campo esta en vigor, análogo quizás al mundo de las computadoras durante la década de 1980 cuando había mucha competencia en el mercado.

    Lo que tenemos que señalar es que ninguna energía renovable por su propia cuenta podrá abastecer la totalidad de los requisitos energéticos al nivel que nos hemos acostumbrados hoy día.  El propósito principal del plan propuesto es drásticamente reducir la demanda por el servicio eléctrico mediante la implantación de una 'red solar' urbana, que permitiría cerrar algunas plantas eléctricas que tenemos en la isla.  Seria idóneo que este sistema sustituyera el existente, pero de hecho no lo podrá hacer, como hábilmente señalo el Ingeniero Francisco Pla en su charla de ACEER (el costo de la batería no lo hace uno viable.)  Durante la noche, se tendrá que utilizar el sistema de luz del crudo que tenemos actualmente.[2]

    El beneficio principal de la propuesta es simplemente preparar a Puerto Rico para situaciones que jamas se han visto en la historia de nuestra isla: la era del 'fin' del crudo (petróleo) en el cual el precio del galón será tan alto, que paralizara TODA actividad económica de la isla.  Ya estamos tarde, mientras que países con menos recursos naturales que nosotros (Alemania) han estado abasteciendo sus sistema por varias décadas.   Ciertamente, tendemos a hablar mucho y a actuar poco.

    Si usted pensó que el aumento fue severo, considerelo una segunda vez.

 

NOTA

1. Por reglas económicas, la sobre-capacidad eléctrica en Puerto Rico debería de haber bajado el precio de la electricidad en vez de haberlo aumentado. Pero, esto es Puerto Rico, donde la gente se acostumbra rápidamente a aceptar lo anormal como si fuera algo común y corriente.  Fenómeno semejante ocurrió en el precio de la vivienda.  Al haber un 'over-supply' de viviendas, que debería de haber bajado el precio, el gobierno interviene para crear un 'estimulo artificial' para mantener los precios elevados, cuando la natural caída de precios en si (sin ninguna acción gubernamental) hubiese creado el mas natural estimulo.

2. Notamos que las mayores fuentes de consumo eléctrico son los calentadores de agua y los aire condicionados. No obstante, se puede obtener buenas eficiencias en la luz eléctrica mediante el uso del LED. Por ejemplo, una bombilla regular de 40 watts, puede ser sustituida por una de 13 watts fluorescente.  A su vez, esta puede ser sustituida por una LED de tan solo 3 watts, que daría un diferencial por un factor de 10X!