Sobre la ausencia del dialogo en comunidades polarizadas

    Es el típico cuento de Romeo y Julieta.  Dos comunidades, rotas por la rivalidad y el celo, simplemente no pueden tener un dialogo abierto y honesto donde la perspectiva del otro son escuchadas y honestamente consideradas.  Tal es la animosidad, que se le hace difícil a cada  lado identificar sus intereses comunes que de hecho comparten.  Esfuerzos para reducir la brecha y así unificar esos intereses comunes son difícil, si no imposible, de lograr debido la constante tendencia de misinterpretar, malintepretar o de distorsionar intencionalmente cualquier información que es recibida.  Buenos gestos son mirados a través de la peor interpretación posible, en el proceso irrumpiendo de mayor grado la posibilidad de un dialogo.  Esta tensión social puede existir a través de los numerosos planos de la colectividad humana--institucional, religioso, ideológico, racial, etc.  En vez de crecer a un nuevo nivel de jerarquía organizacional y estructural (tal como la evolución de la nación estado, los grupos se mantienen estancado en un patrón cíclico de simbiosis detrimental.  Quizás no hemos de dudar la razón por la cual la obra de William Shakespeare 'hace eco en la eternidad': la posibilidad de algo nuevo es trágicamente no-lograda.