Instituto de la Ciencia y Tecnología en América Latina (ICTAL)

por Rodrigo Fernós

Esteban Lima era una buena persona.  Fallecido en el 2019 debido a su suicidio, es importante reflexionar sobre quién era como individuo y sobre cómo podemos prevenir este tipo de acto en el futuro. Lima fue mi vecino 'del lado' por varios años, y quisiera dedicarle algunas palabras antes de que el mundo se olvide de él.

Tengo que admitir que al principio no necesariamente pensé lo mejor de él. Era un 'barbudo' lleno de tatuajes lo que no necesariamente dio a una buena impresión inicial cuando primero nos topamos en el pasillo.  Usaba unos aretes negros en las orejas, que le hacia una perforación bastante grande 'a lo tribu africana, que ciertamente no ayudo.  Pero, con el tiempo y multiples interacciones casuales de pasillo, mi idea de el cambio 180 grados.

Llegue a conocerlo a él y a su pareja antes de que tuvieran niños. El solía correr su bicicleta camella con todo su acoutrementes, que tengo que admitir me llenaba de alguna nostalgia de cuando yo había vivido en Texas y iba por largas horas en el campo sureño en carreteras desiertas llenas de vacas y mucha grama seca--del un liviano color marrón que se asemejaba a la arena de playa.

En aquel entonces cuando Esteban fue mi vecino, yo caminaba a mi perra con regularidad todos los días, y veía al joven llegar de yo no sé que, dando un buen y honesto saludo cada vez que me veía.  No sé a donde corría su bicicleta, pero me impresionaba que la corría para empezar, debido al peligro de las carreteras puertorriqueñas que carecen de espacios amplios en donde poder correr la bicicleta sin amenaza alguna de automóviles. (Luego de evitar un serio accidente automovilístico, en el cual me lacere severamente el hombro, pare de correr bicicletas en las calles.)

Cuando su esposa quedó en cinta, tuve el extraño sentimiento de ser un tío orgulloso--aunque para serles franco apenas los conocía. Pero era obvio que Ernesto y su esposa constituían un fuerte núcleo familiar, un modelo de familia para otros de su generación, y era muy obvio que se amaban mucho. Vi al bebe luego de que naciera, y luego lo vi crecer a manera que la pareja visitaba el edificio de vez en cuando. Muy a mi sorpresa, poco después ya tuvieron otro niño de camino, pero ya se habían mudado a su propia casa en un vecindario aledaño, así que no tuve mucha interacción con ellos para aquel entonces.

Tengo que admitir que me dio alguna pena perderlo como vecino.  La calidad de vida de uno depende en parte a los vecinos que uno tiene; si son buenas personas y amigables, la calidad de vida de uno se mantiene a un buen nivel. Inversamente, tener vecinos malos, por otro lado, puede ser una enorme pesadilla que degrada la calidad de vida de uno. (El problema de los caseríos no son tanto las estructuras sino los vecinos aledaños y su conducta.)

Mas pena me dio cuando me entere que Esteban había fallecido y mucho más aún la manera de su fallecimiento.

No conozco los pormenores de este trágico evento, pero sí es verdad que falleció a causa de deudas económicas--más lástima aún me dio.  

Se le tiene que dar datos de conocimiento importante (lease educar) de adulto a los jóvenes cuando son jóvenes, que les ayude bregar con asuntos importantes cuando son adultos. (Si esperas hasta que sean adultos, puede que sea muy tarde como en el caso de Esteban.) Tendemos a tratar a los niños hoy como si fuesen pequeños retardados mentales que poco entendimiento tienen, pero creo que la vision mas correcta debería de ser mas cercana a la de  'adultos en miniatura' como se sostenía durante el medievo. (La actitud vigente reduce las responsabilidad que tienen en sus manos por sus acciones, debido que se le exime de las consecuencias, y dando a malas lecciones de vida.)  

Una de estas lecciones debería de ser la existencia de la bancarrota.

Ya desde niño, aprendi la importancia de la bancarrota. Un familiar estaba en constantes apuros económicos--algo que la definió a ella de por vida--y en el carro escuchamos sobre la importancia de la bancarrota de mi padre, que le da un respiro al individuo por malas decisiones o acciones que pudieron haber tomado. (En teoría debería de enseñarle a las personas no volver a cometer el error, pero lamentablemente no es el caso en demasiadas ocasiones.)  Mi pariente se declaro en bancarrota y 'whoosh', desaparecieron sus problemas como por acto de magia. (Ahora no esta tan fácil declararse en bancarrota, pero sigue como una buena herramienta para aquellos que la necesiten.)

Nadie parece haberle indicado a Esteban Lima que podia haberse declarado en bancarrota--liberándolo de lo que tuvieron que ser grandes deudas acumuladas--y ciertamente el precio de la vida no se equipara al dinero. Haber cometido suicidio, trágicamente, revela cuan responsable era Esteban por sus acciones, debido que presumió (falsamente) que tenia que confrontar sus problemas por sí solo--sin saber que hay un sinnúmero de ayudas sociales para este tipo de cosas.

Esteban, en pocas palabras, pensaba que estaba solo, cuando de hecho no lo estaba. Tenia su comunidad a su alrededor aboyándolo.

Nunca pude expresarle a Esteban cuanto lo apreciaba como persona; los hombres no tendemos a hacer esto para que otros no nos acusen de debilidad o homosexualidad.  Pero, me pregunto, de haber tenido lazos más estrechos con Esteban, si pude haberle salvado la vida.

Espero que este ensayo remedie la situación.

Descansa en paz, Esteban. No te olvidaremos.

-Rodrigo Fernós

NOTICIA ORIGINAL:

https://www.ictal.org/index.php?post/2019/09/16/Fallece-el-cineasta-Esteban-Lima