Porque usted debería de votar por Maria de Lourdes Santiago (PIP) para gobernadora en el 2016

Nunca he asistido un ‘mitin’ independentista. Nunca he marchado en una marcha ‘pro-independencia’. Peor aun, de ir posiblemente me tildarían de hipócrita al tener familia estadounidense; para los que me conocen, me defiendo mejor en ingles que en español.  Históricamente no he sido o pertenecido al PIP, sino mas bien asociado al Partido Popular Democrático por lazos de familia y herencia-como todo buen puertorriqueño.  Incluso, antes de que la candidata tuviese influencia alguna, tuve uno que otro breve desacuerdo con ella en los pasillos de la Universidad de Puerto Rico. Su insistencia en ‘el estatus’, aunque importante, molesta al distraer de los asuntos mas inmediatamente importantes y de mayor relevancia.

No obstante, he decidido que voy a votar por ella para la gobernación en el 2016, y creo que ustedes también deberían de hacerlo.  Les digo porque.

Si viviéramos en la época de Luis Muñoz Marín, haría sentido completo votar por los candidatos que uno quiere debido a la hegemonía de su poder.  Debido que las políticas son fácilmente establecidas en este entorno social, lo único que uno tiene que hacer es determinar la ruta correcta e implantarla.  Lamentablemente—o quizás afortunadamente—no vivimos ya en esos tiempos, y durante los últimos años las contiendas eleccionarias se ha caracterizado mas por un ‘caos controlado’ que por cualquier otra cosa. El surgimiento de los medios de comunicaciones alternos como los móviles y las redes sociales ha creado nuevos mecanismos de socialización, comunicación y participación en el ámbito publico.  

Por lo tanto, podemos caracterizar la política democrática moderna como un rio moviendose con fuertes corrientes y puntos peligrosos y revoltosos.  Debido la inevitablemente presencia de oposición a cualquier política ‘de mente sana’ sugerida (como hemos visto durante la ultima década), el realismo politico dicta que se debería de escoger aquellos candidatos al extremo del lado ideológico mas cercano al de uno—algo como se hace cuando se navega en un rio.  Sabiendo que el rio se mueve rápidamente, si uno se dirige directamente al sitio donde uno quiere llegar, lo fallará debido la confluencia de multiples vectores; por lo tanto, en la política como en la navegación uno tiene que “over-reach” en ambición de política publica para llegar al lugar que uno desea.

Y es por esta razón por la cual voy a votar por Maria de Lourdes Santiago en estas elecciones. 

No es porque necesariamente estoy en acuerdo con su política publica. Incluso, estoy en total oposición a la llamada de independencia debido que no puede haber duda alguna que el país no esta listo para tal condición política meramente al considerar su decayente escolaridad.  

Un voto por Maria de Lourdes Santiago meramente significa una ruta realista para poder darle a Puerto Rico lo que necesita y no lo que quiere. De ganar las elecciones, la candidata Santiago se vería forzada, como todo líder politico, a tener que entrar en “compromisos” y ajustes de demandas en su contienda con otros grupos de interés de la sociedad para lograr una fracción de lo que ella quiere. 

Si miramos a los demás candidatos alternos, es bastante obvio que carecen de esa particular ‘maquinaria política’ tan necesaria para gobernar un país.  Para los casos de Lugaro y Cidre, buenos que sean como personas y bien intencionadas metas que tengan en su propósito, estos simplemente carecen del aparato politico necesario para gobernar. Rafael Bernabe y el PPT, a pesar de tener las mejores destrezas intelectuales para la gobernanza, también sufren de una infraestructura política débil e incompleta. 

La única alternativa no-tradicional viable que queda es en PIP, quien ha estado multiples décadas en la contienda política, y consiste de una infraestructura ampliamente establecida a través de los años.

Se merecen que les demos una oportunidad en la gobernanza de la isla.