¿Por qué no hay reseñas de libros en Puerto Rico?

Por Rodrigo Fernós

 

Para alguien que estudio largos años en Estados Unidos, la ausencia de reseñas de libros en la academia de Puerto Rico es algo chocante. Despues de todo, es en la reseña donde los primeros encuentros de ideas se da; donde un nuevo autor puede entrar en diaologo con la academia ya establecida, el cual indica sus contribuciones o metodologias problematicas del libro. En otras palabras, la reseña de libro es un tipo de ‘tension esencial’, como diria Thomas Kuhn, en el cual las nuevas ideas o estudios son aceptado o rechazados por el mundo academico vigente.

Es muy obvio que este dialogo no se esta dando en la academica puertorriqueña vigente, y una de las pregutnas a contestar es simplemente ‘¿por qué no existe?’.

 Por ejemplo si miramos a las revistas ilustres de la UPR al momento, estas incluyen la Caribbean Studies (del Instituto del Caribe), Dialogos (del Departamento de Filosofía), Op. Cit (Departamento de Historia), la Revista de Ciencias Sociales, o la Revista de Estudios Hispanicos. Se evaluo al azar ejemplares en el portal de la Biblioteca de la UPR, y se puede señalar que estos inlcuyen uno que otra reseña de libro, dichas reseñas cubren solamente una infima fraccion del volumen de libros que salen todos los años en la isla. Por ejemplo, durante el año dificil de Covid19, se publicaron por lo menos 20 libros en la isla, incluyendo El Hato: latifundio ganadero y mercantilismo en Puerto Rico (2020), Crisis en la Agenda, Agenda para la Crisis (2020) o Escritos Inéditos de Abelardo Díaz Alfaro (2020). Ninguna de estas obras ha sido reseñada en las revistas academicas de la UPR mencionadas previamente.

Carmen Dolores Hernandez, miembra integra de la intelligentsia puertorriqueña, tiene una columna en el periodico el Nuevo Dia, el cual no deja saber sus opiniones sobre uno que otro libro que haya sido publicado. Sin duda, la señora Hernandez escribe magestuosametne y nos provee aciertos interesantes en el mundo de la sideas, pero ellas es solamente una intelectual con una especialidad particular. El proposito de la reseña, despues de todo, es ofrecerle la oportunidad a expertos de campo evaluar una nueva contribucion en su campo al igual que un nuevo academica y/o academica del cual no se habian enterado antes. Esto permite, otra vez, que la genuina interaccion de ideas surga y brote a la superficie.

¿Qué nos dice esta enorme asuencia sobre el mundo academico puertorriqueño del momento?

Cierto a decir que hace medio siglo atras, no existian tantos academicos y el nucleo reducido permitia una interaccion mas profunda entre los mismos; la idea de la meritocracia en la academia no era meramente un comentario sarcastico sino un ideal y una ambicion activamente perseguida en aquel momento. Muchos de los academicos que entraron en aquel entonces se habian graudado de algunos de los centros acadmeicos mas importantes de la epoca: Johns Hopkins, la Sorbone, el London School of Econmics, etc. Por ende, cuando se escribian reseñas, se daban a florecer genuinas introspeciones de metodologias y o criticas constructivas sobre nuevas interpretaciones. Otra vez, habia un genuino y sincero dialogo entre las partes, algo que parece haberse perdido, tal como el occurido por Jose Curte, historiador de Sagrado Corazon, con una de las tempranas obras de Fernando Pico.

Podemos presentar varias alternativas explicativas del fenoeno, pero solamente seran sugerencias.

Puede que el crecimiento de la academia puertorriqueña ha sido de tal grado, que simplemente existen demasiados libros publicados para poder ser reseñados debidamente dentor de un espacio de tiempo. La sugerencia, como podran adivinar, es superflua debido al hecho que con un mayor numero de academicos, tambien existe un mayor numero de personas disponibles para realizar dichas reseñas.

Un fenomeno del cual tenemos poca duda este ocurriendo al momento es la proletarizacion del profesorado; es decir, en vez de ser un creador cultural, el profesorado se ha convertido en maestro de escuela secundaria-elevada, del cual se le solicite que de clases en una institucion, sin abonar adecuadamente al mundo intelectual al cual perteence. Es decir, se le exige que enseñe demasiadas clases, pero no que escriba libros.

Sea cual sea la razon, no hay duda que es un fenomeno muy preocupantes, como tantos otros que estan ocurriendo hoy dia en Puerto Rico, y del cual adminisraciones academicas deberian de relfexionar sus politicas publicas institucionales.

De otra manera, el mundo intelectual puertorriqueño se seguria debilitando años tras año, década tras decada.